Muchos pacientes diagnosticados con Brucelosis (también denominada Fiebre de Malta o fiebre ondulante), deciden llevar una dieta saludable para mejorar su calidad de vida y disminuir los síntomas de la enfermedad.
El ajo es uno de los remedios antibacterianos más utilizados por la medicina natural; asimismo, se recomienda seguir una dieta equilibrada que combata los efectos secundarios de los antibióticos, prescritos por los médicos como principal tratamiento para esta enfermedad.
Esto supone consumir alimentos ricos en prebióticos y probióticos para restaurar la flora bacteriana o aquellos fáciles de digerir como las frutas, verduras o carnes magras. Evitar alimentos lácteos no pasteurizados.