La Enfermedad de Still, también conocida como Artritis Idiopática Juvenil (AIJ) sistémica, es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta principalmente a niños y adolescentes. El diagnóstico de esta enfermedad puede resultar un desafío debido a su presentación clínica variable y la ausencia de pruebas específicas para confirmar su presencia. Sin embargo, existen ciertos criterios y pruebas que los médicos utilizan para realizar un diagnóstico preciso.
El primer paso en el diagnóstico de la Enfermedad de Still es realizar una evaluación exhaustiva de los síntomas y antecedentes médicos del paciente. Los síntomas característicos de esta enfermedad incluyen fiebre alta diaria, erupción cutánea, dolor articular y muscular, así como síntomas generales como fatiga, pérdida de peso y malestar general. Estos síntomas suelen estar presentes durante al menos 2 semanas y pueden aparecer y desaparecer en forma de brotes.
Además de los síntomas, los médicos también evalúan los resultados de los exámenes de laboratorio. En la Enfermedad de Still, es común encontrar elevaciones en los niveles de proteína C reactiva (PCR) y la velocidad de sedimentación globular (VSG), que son marcadores de inflamación en el cuerpo. También pueden realizarse pruebas para descartar otras enfermedades que puedan presentar síntomas similares, como infecciones o enfermedades autoinmunes.
Otro aspecto importante en el diagnóstico de la Enfermedad de Still es descartar otras causas de fiebre y síntomas similares. Esto implica realizar pruebas para descartar infecciones bacterianas, virales y fúngicas, así como enfermedades autoinmunes como lupus eritematoso sistémico y enfermedad de Kawasaki.
Además de los exámenes de laboratorio, los médicos también pueden realizar pruebas de imagen, como radiografías o resonancias magnéticas, para evaluar el estado de las articulaciones y descartar otras enfermedades que puedan afectarlas.
El diagnóstico de la Enfermedad de Still también se basa en los criterios establecidos por la Liga Internacional de Asociaciones para la Reumatología (ILAR). Estos criterios incluyen la presencia de fiebre diaria durante al menos 2 semanas, erupción cutánea típica, dolor articular y muscular, y la exclusión de otras enfermedades que puedan explicar los síntomas.
En algunos casos, puede ser necesario realizar una biopsia de la médula ósea para confirmar el diagnóstico de la Enfermedad de Still. Esta prueba consiste en tomar una muestra de médula ósea para examinarla bajo un microscopio y buscar signos de inflamación y otros cambios característicos de la enfermedad.
En resumen, el diagnóstico de la Enfermedad de Still se basa en la evaluación de los síntomas, los resultados de los exámenes de laboratorio, las pruebas de imagen y los criterios establecidos por la ILAR. Aunque no existen pruebas específicas para confirmar la presencia de esta enfermedad, un enfoque integral y exhaustivo por parte del médico puede ayudar a establecer un diagnóstico preciso y descartar otras posibles causas de los síntomas.