La Leucemia/Linfoma de células T del adulto (ATLL, por sus siglas en inglés) es un tipo de cáncer de la sangre que afecta principalmente a células T maduras, un tipo de glóbulo blanco del sistema inmunológico. Esta enfermedad se caracteriza por la proliferación descontrolada de células T malignas en la sangre y en los tejidos linfoides, como los ganglios linfáticos, la piel, el hígado y el bazo.
La ATLL es causada por la infección crónica del virus de la leucemia/linfoma de células T humanas (HTLV-1), que se transmite a través de la lactancia materna, el contacto sexual y la transfusión de sangre. Sin embargo, no todas las personas infectadas con HTLV-1 desarrollan ATLL, lo que sugiere que otros factores genéticos y ambientales pueden influir en su aparición.
Los síntomas de la ATLL pueden variar dependiendo de la etapa de la enfermedad y de los órganos afectados. Algunos pacientes pueden presentar linfadenopatía (aumento de los ganglios linfáticos), erupciones cutáneas, hepatomegalia (aumento del tamaño del hígado), esplenomegalia (aumento del tamaño del bazo), así como síntomas sistémicos como fiebre, pérdida de peso y fatiga.
El diagnóstico de la ATLL se realiza mediante pruebas de laboratorio, como análisis de sangre, biopsia de ganglio linfático o de piel, y pruebas moleculares para detectar la presencia del virus HTLV-1.
El tratamiento de la ATLL puede incluir quimioterapia, radioterapia, terapia dirigida y trasplante de células madre. Sin embargo, la respuesta al tratamiento puede ser variable y depende de la etapa de la enfermedad y de la salud general del paciente.
En resumen, la ATLL es un tipo de cáncer de la sangre causado por la infección del HTLV-1 que afecta a las células T maduras. Su diagnóstico y tratamiento requieren un enfoque multidisciplinario y personalizado para mejorar la calidad de vida y la supervivencia de los pacientes.