El angioedema hereditario (AEH) es una enfermedad rara y hereditaria que se caracteriza por episodios recurrentes de hinchazón en diferentes partes del cuerpo, como la cara, las extremidades, los genitales y el tracto gastrointestinal. Estos episodios son causados por la acumulación de líquido en los tejidos debido a la falta o disfunción de una proteína llamada inhibidor de la C1 esterasa (C1-INH).
En los últimos años, ha habido importantes avances en la comprensión y tratamiento del AEH. Uno de los avances más significativos ha sido la identificación de mutaciones en el gen SERPING1, que codifica la proteína C1-INH. Estas mutaciones pueden ser responsables de la deficiencia o disfunción de la proteína, lo que lleva a la aparición de los síntomas característicos del AEH.
Además, se ha descubierto que el sistema del complemento, un componente del sistema inmunológico, desempeña un papel importante en la patogénesis del AEH. Se ha demostrado que la activación inapropiada del sistema del complemento puede desencadenar los episodios de hinchazón en los pacientes con AEH. Esto ha llevado al desarrollo de nuevos tratamientos dirigidos a inhibir la activación del complemento, como los inhibidores del factor de activación del complemento C1 (C1-INH) y los inhibidores del complemento C5.
En términos de tratamiento, los inhibidores del C1-INH han sido una opción terapéutica importante para los pacientes con AEH. Estos medicamentos, que pueden administrarse por vía intravenosa o subcutánea, ayudan a restablecer los niveles normales de C1-INH en el organismo y reducir la frecuencia y gravedad de los episodios de hinchazón. Sin embargo, a pesar de su eficacia, estos tratamientos pueden ser costosos y requerir una administración frecuente.
Recientemente, se ha investigado el uso de terapias génicas y terapias basadas en ARN para el tratamiento del AEH. Estas terapias tienen como objetivo corregir las mutaciones genéticas responsables de la deficiencia o disfunción de la proteína C1-INH. Los estudios preclínicos y clínicos iniciales han mostrado resultados prometedores, con una mejora significativa en los síntomas y una reducción en la frecuencia de los episodios de hinchazón.
Además, se ha investigado el uso de medicamentos que actúan sobre otros componentes del sistema del complemento, como los inhibidores del complemento C5. Estos medicamentos bloquean la acción de la proteína C5, que es necesaria para la activación del complemento y la inflamación. Los estudios clínicos han demostrado que los inhibidores del C5 pueden reducir la frecuencia y gravedad de los episodios de hinchazón en los pacientes con AEH.
En resumen, los avances en la comprensión y tratamiento del angioedema hereditario han sido significativos en los últimos años. La identificación de mutaciones genéticas responsables de la enfermedad, así como el desarrollo de nuevas terapias dirigidas a inhibir la activación del complemento, han mejorado la calidad de vida de los pacientes con AEH. A medida que se continúa investigando en este campo, es probable que se produzcan más avances en el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad rara.