¿Es recomendable hacer deporte a personas con Anorexia? ¿Qué deporte y con qué frecuencia e intensidad?

La práctica de deporte en personas con anorexia puede ser beneficiosa siempre y cuando se realice de manera adecuada y bajo supervisión médica. Sin embargo, es importante tener en cuenta varios factores antes de recomendar un deporte específico, frecuencia e intensidad.

La anorexia es un trastorno alimentario caracterizado por una percepción distorsionada del peso y la forma corporal, lo que lleva a restricciones alimentarias extremas. Esto puede resultar en una disminución de la masa muscular y la densidad ósea, así como en una reducción de la energía y resistencia física. Por lo tanto, es fundamental abordar estos aspectos antes de iniciar cualquier actividad deportiva.

En primer lugar, es esencial que la persona con anorexia reciba tratamiento médico y psicológico adecuado para abordar los aspectos emocionales y físicos del trastorno. Un equipo multidisciplinario, compuesto por médicos, nutricionistas y psicólogos, puede evaluar el estado de salud y determinar si la persona está lo suficientemente estable para comenzar a hacer ejercicio.

Una vez que la persona haya alcanzado una estabilidad física y emocional, se puede considerar la incorporación de ejercicio físico. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la actividad física no debe ser utilizada como una forma de compensar la ingesta de alimentos o como un medio para perder peso.

En términos de deporte recomendado, es preferible optar por actividades de bajo impacto y moderada intensidad, como caminar, nadar o hacer yoga. Estas actividades pueden ayudar a mejorar la resistencia cardiovascular, fortalecer los músculos y promover una sensación de bienestar general. Es importante evitar deportes de alto impacto o que puedan generar una obsesión por la pérdida de peso, como correr o levantar pesas.

En cuanto a la frecuencia e intensidad del ejercicio, es fundamental que se realice de manera gradual y progresiva. Comenzar con sesiones cortas de ejercicio, como 20 minutos al día, e ir aumentando gradualmente la duración y la intensidad a medida que la persona se sienta más cómoda y fuerte. Es importante escuchar al cuerpo y no forzarlo más allá de sus límites.

Además, es fundamental mantener una comunicación abierta con el equipo médico y psicológico que está tratando a la persona con anorexia. Ellos podrán brindar pautas específicas y ajustar el plan de ejercicio de acuerdo a las necesidades individuales.

En resumen, la práctica de deporte puede ser recomendable en personas con anorexia, siempre y cuando se realice de manera adecuada y bajo supervisión médica. Optar por actividades de bajo impacto y moderada intensidad, y aumentar gradualmente la frecuencia e intensidad del ejercicio, puede ayudar a mejorar la salud física y emocional de la persona. Sin embargo, es fundamental abordar primero los aspectos médicos y psicológicos del trastorno antes de iniciar cualquier actividad física.