La disección aórtica es una condición médica grave en la cual se produce una ruptura en las capas de la pared de la aorta, la principal arteria que transporta la sangre desde el corazón hacia el resto del cuerpo. Esta ruptura puede generar una separación en las capas de la aorta, lo que permite que la sangre fluya entre ellas y cause una serie de complicaciones potencialmente mortales.
Las causas de la disección aórtica pueden variar, pero generalmente están relacionadas con debilidades o daños en la pared de la aorta. Una de las principales causas es la hipertensión arterial, ya que la presión arterial alta ejerce una tensión constante en las paredes de la aorta, debilitándolas con el tiempo. Además, las personas con hipertensión arterial no controlada tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, como la aterosclerosis, que también puede contribuir a la disección aórtica.
Otra causa común de la disección aórtica es la enfermedad del tejido conectivo, como el síndrome de Marfan o el síndrome de Ehlers-Danlos. Estas enfermedades genéticas afectan la producción de colágeno, una proteína esencial para la estructura y fortaleza de los tejidos del cuerpo, incluyendo la pared de la aorta. Como resultado, las personas con estas enfermedades tienen una mayor predisposición a desarrollar debilidades en la pared de la aorta y, por lo tanto, un mayor riesgo de disección.
Además, el envejecimiento también puede ser un factor de riesgo para la disección aórtica. A medida que envejecemos, nuestras arterias tienden a volverse más rígidas y menos elásticas, lo que puede aumentar la presión sobre la pared de la aorta y aumentar el riesgo de ruptura.
Otras causas menos comunes de la disección aórtica incluyen traumatismos en el pecho, como accidentes automovilísticos o lesiones deportivas, y ciertas enfermedades inflamatorias, como la arteritis de Takayasu o la arteritis de células gigantes. Estas condiciones pueden debilitar la pared de la aorta y hacerla más propensa a la ruptura.
En resumen, las causas de la disección aórtica pueden variar, pero generalmente están relacionadas con debilidades o daños en la pared de la aorta. La hipertensión arterial, las enfermedades del tejido conectivo, el envejecimiento y los traumatismos en el pecho son algunos de los factores de riesgo más comunes. Es importante tener en cuenta que la disección aórtica es una condición médica grave y potencialmente mortal, por lo que es fundamental buscar atención médica inmediata si se presentan síntomas como dolor repentino y agudo en el pecho o la espalda.