La alimentación selectiva, también conocida como Trastorno de Evitación/Restricción de la Ingesta de Alimentos (ARFID, por sus siglas en inglés), es un trastorno alimentario que se caracteriza por la evitación o restricción de ciertos alimentos o grupos de alimentos. Si crees que podrías tener ARFID, aquí hay algunas señales que podrían indicarlo:
1. Evitación de ciertos alimentos: Si evitas constantemente ciertos alimentos o grupos de alimentos debido a su sabor, textura, olor o apariencia, esto podría ser un indicio de ARFID. Por ejemplo, podrías evitar las frutas y verduras debido a su textura o los alimentos con sabor fuerte debido a su olor.
2. Sensibilidad extrema a las características de los alimentos: Si eres extremadamente sensible a las características sensoriales de los alimentos, como la textura, el sabor o el olor, y esto te provoca malestar o ansiedad, podría ser un signo de ARFID. Por ejemplo, podrías sentir náuseas o tener arcadas al intentar comer alimentos con ciertas texturas.
3. Dificultad para probar alimentos nuevos: Si te resulta extremadamente difícil probar alimentos nuevos o introducir nuevos alimentos en tu dieta, esto podría ser un indicador de ARFID. Podrías experimentar ansiedad o miedo ante la idea de probar algo desconocido.
4. Pérdida de peso o deficiencias nutricionales: Si has experimentado una pérdida de peso significativa o tienes deficiencias nutricionales debido a la evitación de ciertos alimentos, esto podría ser una señal de ARFID. Es importante tener en cuenta que el ARFID no está relacionado con la preocupación por la imagen corporal o el deseo de perder peso.
5. Impacto en la vida diaria: Si la evitación de ciertos alimentos o grupos de alimentos está afectando negativamente tu vida diaria, como tus relaciones sociales, tu capacidad para comer fuera de casa o tu salud en general, esto podría ser un indicador de ARFID.
Si crees que podrías tener ARFID, es importante buscar ayuda profesional. Un médico o un especialista en trastornos alimentarios pueden realizar una evaluación adecuada y brindarte el apoyo necesario. Recuerda que el ARFID es un trastorno real y no debes sentir vergüenza o culpa al buscar ayuda.