La Alimentación Selectiva o ARFID (Avoidant/Restrictive Food Intake Disorder, por sus siglas en inglés) es un trastorno alimentario caracterizado por la evitación o restricción de ciertos alimentos o grupos de alimentos. El diagnóstico de ARFID se realiza a través de una evaluación exhaustiva realizada por un profesional de la salud mental, como un psicólogo o psiquiatra especializado en trastornos alimentarios.
El proceso de diagnóstico comienza con una entrevista clínica en la que se recopila información sobre los síntomas y la historia alimentaria del individuo. Se exploran los patrones de alimentación, las preferencias y aversiones alimentarias, y los factores emocionales o psicológicos que pueden estar contribuyendo al trastorno. También se evalúa el impacto de la alimentación selectiva en el estado nutricional y el funcionamiento diario del individuo.
Además de la entrevista clínica, se pueden utilizar herramientas de evaluación estandarizadas, como cuestionarios específicos para evaluar los síntomas de ARFID. Estos cuestionarios pueden ayudar a identificar la gravedad de los síntomas y a diferenciar la ARFID de otros trastornos alimentarios.
Es importante descartar otras condiciones médicas que puedan estar contribuyendo a los síntomas de ARFID, como alergias o intolerancias alimentarias, problemas gastrointestinales u otros trastornos de la alimentación. Por lo tanto, es posible que se realicen pruebas médicas adicionales, como análisis de sangre o pruebas de alergia, para descartar estas condiciones.
En resumen, el diagnóstico de ARFID se basa en una evaluación clínica exhaustiva que incluye una entrevista clínica detallada, la utilización de cuestionarios específicos y pruebas médicas adicionales si es necesario. Es fundamental contar con la evaluación de un profesional de la salud mental especializado en trastornos alimentarios para realizar un diagnóstico preciso y establecer un plan de tratamiento adecuado.