El Síndrome de Beckwith-Wiedemann (SBW) es un trastorno genético poco común que se caracteriza por un crecimiento excesivo y anormal durante la infancia. Aunque la causa exacta del SBW no se conoce completamente, se ha demostrado que en la mayoría de los casos existe una alteración genética en la región 11p15.5 del cromosoma 11.
En cuanto a la heredabilidad del síndrome, se ha observado que aproximadamente el 85% de los casos son esporádicos, lo que significa que ocurren de forma aleatoria y no se transmiten de padres a hijos. Estos casos esporádicos generalmente se deben a una mutación espontánea en el ADN de las células germinales de uno de los progenitores o en el embrión en desarrollo.
Sin embargo, existe un pequeño porcentaje de casos (alrededor del 15%) en los que el SBW puede ser heredado de uno de los padres. En estos casos, el síndrome sigue un patrón de herencia autosómico dominante, lo que significa que un solo gen anormal en uno de los padres es suficiente para transmitir la enfermedad a sus hijos. En estos casos, existe un 50% de probabilidad de que un niño herede el gen anormal y desarrolle el síndrome.
Es importante destacar que el SBW puede presentar una variabilidad en su expresión clínica, lo que significa que los síntomas y la gravedad de la enfermedad pueden variar considerablemente entre los individuos afectados. Esto se debe a que existen diferentes mutaciones genéticas que pueden causar el síndrome, y la combinación específica de estas mutaciones puede influir en la presentación clínica.
Además, se ha observado que el SBW puede estar asociado con otros trastornos genéticos, como el síndrome de Angelman y el síndrome de Silver-Russell. Estas asociaciones pueden complicar aún más la heredabilidad del síndrome, ya que pueden influir en la probabilidad de que un niño herede la enfermedad.
En resumen, el Síndrome de Beckwith-Wiedemann es en su mayoría esporádico, pero en un pequeño porcentaje de casos puede ser heredado de uno de los padres. La heredabilidad sigue un patrón autosómico dominante y existe una variabilidad en la expresión clínica de la enfermedad. Es importante que las personas con antecedentes familiares de SBW consulten a un especialista genético para comprender mejor el riesgo de transmitir la enfermedad a sus hijos.