El Bejel es una enfermedad infecciosa crónica que afecta principalmente a los niños y se caracteriza por la presencia de lesiones cutáneas y óseas. También conocida como sífilis endémica o sífilis tropical, el Bejel es causado por la bacteria Treponema pallidum subespecie endemicum.
Esta enfermedad ha sido conocida desde tiempos antiguos y se encuentra principalmente en áreas rurales y desfavorecidas de África, Oriente Medio y algunas regiones de América del Sur. Se transmite principalmente a través del contacto directo con las lesiones de una persona infectada, como las úlceras en la piel y las membranas mucosas.
A diferencia de la sífilis adquirida, el Bejel no se considera una enfermedad de transmisión sexual, ya que se propaga principalmente entre los niños a través del contacto cercano, como compartir utensilios de comida o juguetes. Además, la bacteria responsable del Bejel es menos virulenta que la Treponema pallidum que causa la sífilis adquirida, lo que significa que el Bejel tiende a tener un curso clínico más suave y una menor tasa de complicaciones.
Los síntomas del Bejel pueden variar dependiendo de la etapa de la enfermedad. En la etapa inicial, se pueden observar úlceras indoloras en la boca, los genitales o la piel, que pueden durar varias semanas o meses. Estas úlceras suelen curarse espontáneamente, pero si no se tratan, la enfermedad puede progresar a la etapa secundaria.
En la etapa secundaria, pueden aparecer lesiones cutáneas, como manchas rojas en la piel, especialmente en las palmas de las manos y las plantas de los pies. Estas lesiones también pueden afectar los huesos, causando deformidades óseas características, especialmente en el cráneo y los huesos largos.
Si no se trata, el Bejel puede progresar a la etapa tardía, que se caracteriza por la formación de lesiones destructivas en los huesos y los tejidos blandos. Esto puede provocar deformidades graves y discapacidad funcional.
El diagnóstico del Bejel se basa en la evaluación clínica de los síntomas, así como en pruebas de laboratorio para detectar la presencia de anticuerpos contra la bacteria. El tratamiento consiste en la administración de antibióticos, como la penicilina, que son efectivos para eliminar la bacteria y prevenir la progresión de la enfermedad.
Además del tratamiento médico, es importante implementar medidas de prevención y control para reducir la transmisión del Bejel. Estas medidas incluyen la promoción de la higiene personal, la mejora de las condiciones sanitarias y la educación sobre prácticas seguras de contacto físico.
En resumen, el Bejel es una enfermedad infecciosa crónica causada por la bacteria Treponema pallidum subespecie endemicum. Afecta principalmente a los niños y se transmite a través del contacto directo con las lesiones de una persona infectada. Aunque es menos virulenta que la sífilis adquirida, el Bejel puede causar lesiones cutáneas y óseas si no se trata adecuadamente. El diagnóstico se basa en la evaluación clínica y pruebas de laboratorio, y el tratamiento consiste en la administración de antibióticos. La prevención y el control son fundamentales para reducir la transmisión de esta enfermedad.