La colecistitis es una inflamación de la vesícula biliar que puede ser aguda o crónica. El diagnóstico de esta afección se basa en una combinación de síntomas, exámenes físicos y pruebas de diagnóstico.
El médico comenzará por realizar una historia clínica detallada, preguntando sobre los síntomas y antecedentes médicos del paciente. Luego, realizará un examen físico en el que buscará signos de dolor en el abdomen, sensibilidad en la parte superior derecha del abdomen y fiebre.
Para confirmar el diagnóstico, se pueden realizar pruebas de diagnóstico como análisis de sangre para detectar niveles elevados de bilirrubina y enzimas hepáticas, que pueden indicar inflamación de la vesícula biliar. También se pueden realizar pruebas de imagen, como una ecografía abdominal, que permite visualizar la vesícula biliar y detectar signos de inflamación, como engrosamiento de las paredes o presencia de cálculos biliares.
En algunos casos, se puede realizar una colecistografía oral, que consiste en ingerir un líquido que contiene un contraste radiopaco y luego realizar radiografías para visualizar la vesícula biliar y los conductos biliares.
En casos más complejos o cuando los resultados de las pruebas anteriores no son concluyentes, se puede realizar una colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE), que permite visualizar los conductos biliares y realizar biopsias si es necesario.
En resumen, el diagnóstico de la colecistitis se basa en la combinación de síntomas, exámenes físicos y pruebas de diagnóstico como análisis de sangre, ecografía abdominal y, en casos más complejos, colangiopancreatografía retrógrada endoscópica.