La cistinuria es una enfermedad metabólica hereditaria que afecta el transporte de aminoácidos en los riñones, lo que resulta en la formación de cálculos renales de cistina. Si bien no existe una cura para la cistinuria, una dieta adecuada puede ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas que la padecen.
La principal recomendación dietética para las personas con cistinuria es mantener una ingesta adecuada de líquidos para promover una mayor producción de orina y así diluir la concentración de cistina en los riñones. Se recomienda beber al menos 2-3 litros de agua al día, preferiblemente distribuidos a lo largo del día.
Además, se sugiere limitar la ingesta de alimentos ricos en cistina, como la carne roja, aves de corral, pescado, productos lácteos y legumbres. Estos alimentos contienen altos niveles de cistina, lo que puede aumentar la formación de cálculos renales. En su lugar, se recomienda una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros y fuentes de proteínas magras como el pollo y el pescado.
Es importante evitar el consumo excesivo de sal y alimentos procesados, ya que pueden aumentar la excreción de cistina en la orina. Además, se recomienda limitar la ingesta de alimentos ricos en oxalato, como las espinacas, remolachas y chocolate, ya que pueden aumentar el riesgo de formación de cálculos renales.
En resumen, una dieta adecuada para la cistinuria implica una ingesta adecuada de líquidos, limitar los alimentos ricos en cistina y oxalato, y optar por una alimentación equilibrada y saludable. Sin embargo, es importante consultar a un médico o dietista especializado para obtener recomendaciones personalizadas y adaptadas a las necesidades individuales.