La infección por citomegalovirus (CMV) es una enfermedad viral causada por el citomegalovirus, un virus perteneciente a la familia de los herpesvirus. Esta infección puede afectar a personas de todas las edades, pero suele ser más común en bebés, personas con sistemas inmunológicos debilitados y mujeres embarazadas.
Los síntomas de la infección por citomegalovirus pueden variar dependiendo de la edad y el estado de salud de la persona afectada. En muchos casos, esta infección puede pasar desapercibida o presentar síntomas leves similares a los de un resfriado común. Sin embargo, en personas con sistemas inmunológicos debilitados, como aquellos con VIH/SIDA o que han recibido un trasplante de órgano, los síntomas pueden ser más graves.
Algunos de los síntomas más comunes de la infección por citomegalovirus incluyen fiebre, fatiga, dolor muscular y articular, dolor de cabeza, inflamación de las glándulas salivales, dolor de garganta y pérdida de apetito. En bebés y niños pequeños, los síntomas pueden incluir ictericia, agrandamiento del hígado y el bazo, y retraso en el crecimiento y desarrollo.
En casos más graves, la infección por citomegalovirus puede afectar otros órganos, como los pulmones, el sistema nervioso central, los ojos y el tracto gastrointestinal. Esto puede resultar en síntomas como dificultad para respirar, convulsiones, visión borrosa o pérdida de la visión, y dolor abdominal.
Es importante destacar que muchas personas pueden ser portadoras del citomegalovirus sin presentar síntomas. Sin embargo, estas personas pueden transmitir el virus a otras, especialmente a aquellos con sistemas inmunológicos debilitados. Por lo tanto, es fundamental tomar precauciones para prevenir la transmisión del virus, como lavarse las manos con frecuencia, evitar el contacto cercano con personas infectadas y practicar relaciones sexuales seguras.
En conclusión, la infección por citomegalovirus puede presentar una amplia gama de síntomas, desde leves hasta graves, dependiendo de la edad y el estado de salud de la persona afectada. Si experimentas alguno de estos síntomas o sospechas que puedes estar infectado, es importante buscar atención médica para recibir un diagnóstico adecuado y recibir el tratamiento necesario.