La Dispraxia, también conocida como Trastorno del Desarrollo de la Coordinación (TDC), es un trastorno neurológico que afecta la planificación y ejecución de movimientos voluntarios. Los síntomas de la Dispraxia pueden variar de una persona a otra, pero generalmente se manifiestan en dificultades con la coordinación motora, el equilibrio y la planificación de acciones.
Uno de los síntomas más comunes de la Dispraxia es la torpeza motora. Las personas con este trastorno pueden tener dificultades para realizar tareas que requieren coordinación fina, como abrocharse los botones o atarse los cordones de los zapatos. También pueden tener problemas para mantener el equilibrio y pueden tropezar o caerse con frecuencia.
Otro síntoma característico de la Dispraxia es la dificultad para planificar y organizar acciones. Las personas con este trastorno pueden tener problemas para seguir instrucciones secuenciales o para realizar tareas que implican varios pasos. También pueden tener dificultades para organizar su tiempo y para establecer prioridades.
Además de los problemas motores, la Dispraxia también puede afectar el lenguaje y la comunicación. Las personas con este trastorno pueden tener dificultades para pronunciar palabras correctamente, para articular frases o para comprender el lenguaje hablado. También pueden tener problemas para expresar sus ideas de manera clara y coherente.
Otro síntoma común de la Dispraxia es la dificultad para realizar tareas cotidianas, como vestirse o comer. Las personas con este trastorno pueden tener problemas para manipular objetos pequeños, como los cubiertos, o para realizar movimientos precisos, como abotonarse una camisa.
Además de estos síntomas motores y de comunicación, la Dispraxia también puede afectar otras áreas del desarrollo, como la atención y la memoria. Las personas con este trastorno pueden tener dificultades para concentrarse en una tarea o para recordar información recién aprendida.
En resumen, los síntomas de la Dispraxia incluyen dificultades con la coordinación motora, el equilibrio, la planificación y organización de acciones, el lenguaje y la comunicación, así como problemas para realizar tareas cotidianas y dificultades en áreas como la atención y la memoria. Es importante destacar que estos síntomas pueden variar en intensidad y que cada persona con Dispraxia puede presentar diferentes combinaciones de síntomas.