La urticaria por presión tardía, también conocida como urticaria por presión retardada, es una condición cutánea que se caracteriza por la aparición de ronchas o habones en la piel después de la aplicación de presión en determinadas áreas del cuerpo. Estas ronchas suelen ser de color rojo, elevadas y con picazón intensa.
Existen diversos sinónimos y otros nombres utilizados para referirse a la urticaria por presión tardía, entre los cuales podemos mencionar:
- Urticaria por presión retardada
- Urticaria retardada por presión
- Dermografismo tardío
- Urticaria retardada a la presión
- Urticaria demorada por presión
- Urticaria por presión diferida
Es importante destacar que estos términos se utilizan indistintamente para hacer referencia a la misma condición médica.
La urticaria por presión tardía es una forma de urticaria física, que se desencadena por la aplicación de presión mecánica sobre la piel. Esta presión puede ser causada por diversos factores, como el uso de ropa ajustada, el roce de objetos duros sobre la piel, el apoyo prolongado en una superficie dura, entre otros.
Aunque la urticaria por presión tardía no suele ser una condición grave, puede causar molestias significativas y afectar la calidad de vida de quienes la padecen. El diagnóstico de esta condición se realiza a través de la observación clínica y la realización de pruebas de provocación, en las cuales se aplica presión en la piel para evaluar la aparición de ronchas.
El tratamiento de la urticaria por presión tardía se basa en medidas para aliviar los síntomas y prevenir la recurrencia de las lesiones cutáneas. Esto puede incluir el uso de antihistamínicos para controlar la picazón y la inflamación, así como evitar los factores desencadenantes, como la presión excesiva sobre la piel.
En resumen, la urticaria por presión tardía es una condición cutánea que se caracteriza por la aparición de ronchas en la piel después de la aplicación de presión. También se conoce como urticaria por presión retardada, urticaria retardada por presión, dermatografismo tardío, entre otros nombres. El diagnóstico se realiza a través de la observación clínica y el tratamiento se basa en medidas para aliviar los síntomas y prevenir la recurrencia de las lesiones cutáneas.