El dengue es una enfermedad viral transmitida por mosquitos que puede causar síntomas como fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y articulares, y en casos más graves, puede llevar a complicaciones como hemorragias. En general, se recomienda descansar y evitar actividades físicas extenuantes durante el período de enfermedad.
El reposo es fundamental para permitir que el cuerpo se recupere y fortalezca su sistema inmunológico para combatir la infección. Hacer ejercicio intenso durante el dengue puede aumentar el riesgo de complicaciones, ya que el virus puede debilitar el sistema inmunológico y afectar la capacidad del cuerpo para recuperarse adecuadamente.
Sin embargo, una vez que los síntomas agudos del dengue han desaparecido y el médico ha dado el visto bueno, se puede comenzar a retomar gradualmente la actividad física. Es importante tener en cuenta que cada persona es diferente y la recuperación puede variar, por lo que es esencial escuchar al cuerpo y no forzarlo más allá de sus límites.
En cuanto al tipo de deporte recomendado, es preferible optar por actividades de baja intensidad y bajo impacto, como caminar, nadar o hacer yoga. Estas actividades ayudan a mantener el cuerpo en movimiento, promover la circulación sanguínea y fortalecer los músculos sin ejercer demasiada presión sobre el sistema cardiovascular.
En cuanto a la frecuencia e intensidad, es recomendable comenzar con sesiones cortas y de baja intensidad, como caminar durante 15-20 minutos al día, e ir aumentando gradualmente la duración y la intensidad a medida que el cuerpo se recupera. Es importante escuchar las señales del cuerpo y detenerse si se experimenta fatiga excesiva o cualquier síntoma relacionado con el dengue.
En resumen, hacer ejercicio durante el período agudo del dengue no es recomendable, ya que el reposo es esencial para permitir que el cuerpo se recupere. Sin embargo, una vez que los síntomas han desaparecido y se ha obtenido la aprobación médica, se pueden retomar gradualmente actividades físicas de baja intensidad y bajo impacto. Escuchar al cuerpo y no forzarlo más allá de sus límites es fundamental para una recuperación segura y efectiva.