El síndrome de DiGeorge, también conocido como 22q11, es una condición genética que puede ser hereditaria en algunos casos. Se estima que aproximadamente el 10% de los casos son heredados de uno de los padres que también tiene el síndrome. Sin embargo, en la mayoría de los casos, el síndrome de DiGeorge ocurre de forma esporádica, sin una causa genética identificable. Esto significa que no se hereda directamente de los padres y puede ocurrir de manera aleatoria durante el desarrollo fetal.
El síndrome de DiGeorge, también conocido como síndrome 22q11, es una enfermedad genética que se caracteriza por la deleción de una pequeña porción del cromosoma 22. Esta deleción puede ocurrir de forma esporádica, es decir, sin antecedentes familiares, o puede ser heredada de uno de los padres.
En el caso de las deleciones esporádicas, se estima que aproximadamente el 90% de los casos son causados por mutaciones nuevas que ocurren durante la formación de los óvulos o los espermatozoides. Estas mutaciones pueden ocurrir de manera aleatoria y no están relacionadas con factores hereditarios.
Sin embargo, en alrededor del 10% de los casos, la deleción del cromosoma 22 puede ser heredada de uno de los padres. En estos casos, el síndrome de DiGeorge sigue un patrón de herencia autosómico dominante, lo que significa que un solo gen defectuoso en uno de los cromosomas 22 es suficiente para causar la enfermedad.
Cuando uno de los padres tiene una deleción en el cromosoma 22, existe un 50% de probabilidad de que el síndrome de DiGeorge se transmita a su descendencia. Esto se debe a que cada hijo tiene una probabilidad del 50% de heredar el cromosoma 22 afectado.
Es importante destacar que la gravedad y los síntomas del síndrome de DiGeorge pueden variar ampliamente de una persona a otra, incluso dentro de la misma familia. Esto se debe a que otros factores genéticos y ambientales pueden influir en la expresión de los genes y en el desarrollo de la enfermedad.
Además de la herencia genética, se ha observado que el síndrome de DiGeorge también puede estar asociado con factores ambientales, como la exposición a ciertos medicamentos o sustancias tóxicas durante el embarazo. Sin embargo, la relación exacta entre estos factores y el desarrollo del síndrome aún no está completamente comprendida.
En resumen, el síndrome de DiGeorge puede ser heredado en alrededor del 10% de los casos, siguiendo un patrón de herencia autosómico dominante. En el resto de los casos, la deleción del cromosoma 22 ocurre de forma esporádica y no está relacionada con factores hereditarios. Sin embargo, es importante destacar que la expresión y gravedad de la enfermedad pueden variar ampliamente, incluso dentro de la misma familia, debido a otros factores genéticos y ambientales que pueden influir en su desarrollo.