La hipersensibilidad electromagnética (HEM) es un fenómeno controvertido que se refiere a la sensibilidad excesiva de algunas personas a los campos electromagnéticos generados por dispositivos electrónicos y tecnología inalámbrica. Aunque la HEM no es reconocida oficialmente como una enfermedad por la comunidad médica, muchas personas afirman experimentar síntomas como dolores de cabeza, fatiga, mareos y dificultades para concentrarse cuando están expuestas a estas radiaciones.
La historia de la HEM se remonta a la década de 1970, cuando se informó por primera vez sobre casos de personas que afirmaban ser sensibles a los campos electromagnéticos. Sin embargo, fue en la década de 1990 cuando el término "hipersensibilidad electromagnética" comenzó a utilizarse ampliamente. Desde entonces, ha habido un aumento en el número de personas que se autodiagnostican con HEM y buscan formas de protegerse de los campos electromagnéticos.
Aunque algunos estudios han encontrado una correlación entre la exposición a campos electromagnéticos y los síntomas informados por las personas con HEM, la evidencia científica es limitada y no concluyente. Muchos expertos argumentan que los síntomas pueden ser atribuidos a otros factores, como el estrés o la ansiedad.
En resumen, la historia de la HEM es compleja y aún no se ha llegado a un consenso científico sobre su existencia. Aunque algunas personas afirman ser hipersensibles a los campos electromagnéticos, la comunidad médica no reconoce oficialmente esta condición como una enfermedad. Es importante seguir investigando y recopilando evidencia científica para comprender mejor este fenómeno y brindar respuestas a las personas que afirman padecer HEM.