La enterobiasis, también conocida como oxiuriasis, es una infección parasitaria causada por el nematodo Enterobius vermicularis, comúnmente conocido como oxiuros. Este parásito afecta principalmente a niños en edad escolar, aunque también puede afectar a personas de cualquier edad.
La infección se produce cuando se ingieren los huevos del parásito, que generalmente se encuentran en alimentos contaminados, agua o en objetos que han estado en contacto con heces infectadas. Una vez ingeridos, los huevos eclosionan en el intestino delgado y las larvas migran hacia el intestino grueso, donde se desarrollan en adultos. Estos adultos se reproducen y las hembras migran hacia el área perianal durante la noche para poner sus huevos, lo que causa picazón intensa en esta zona.
Los síntomas más comunes de la enterobiasis incluyen picazón anal, especialmente durante la noche, irritabilidad, dificultad para dormir, pérdida de apetito y pérdida de peso. En algunos casos, la infección puede causar complicaciones como infecciones bacterianas secundarias debido al rascado excesivo, apendicitis o inflamación del apéndice, y en raras ocasiones, infecciones genitales en niñas.
El diagnóstico de la enterobiasis se realiza mediante la observación directa de los huevos del parásito en muestras de heces o mediante el uso de cinta adhesiva transparente para recolectar huevos en la zona perianal. El tratamiento generalmente consiste en la administración de medicamentos antiparasitarios, que deben ser tomados por todos los miembros de la familia para evitar la reinfección.
La prevención de la enterobiasis se basa en medidas de higiene personal, como lavarse las manos con frecuencia, mantener las uñas cortas y limpias, lavar la ropa de cama y la ropa interior a altas temperaturas, y evitar el contacto directo con personas infectadas. Además, es importante educar a los niños sobre la importancia de la higiene y la prevención de la propagación de la infección.
En resumen, la enterobiasis es una infección parasitaria causada por oxiuros, que se transmite principalmente a través de la ingesta de huevos del parásito. Los síntomas más comunes son picazón anal y dificultad para dormir. El diagnóstico se realiza mediante pruebas de laboratorio y el tratamiento consiste en medicamentos antiparasitarios. La prevención se basa en medidas de higiene personal y educación sobre la importancia de la prevención.