La erisipela es una infección de la piel causada por bacterias, principalmente Streptococcus pyogenes. Esta enfermedad se caracteriza por la aparición de una lesión cutánea roja, caliente, inflamada y dolorosa. A continuación, describiré los síntomas más comunes de la erisipela.
El primer síntoma que suele aparecer es una zona de la piel enrojecida, que puede tener un borde bien definido. Esta lesión suele ser caliente al tacto y puede estar acompañada de sensación de ardor o picazón. A medida que la infección progresa, la zona afectada puede volverse más inflamada y dolorosa.
Además de la lesión cutánea, es común que se presenten otros síntomas generales. Por ejemplo, muchas personas experimentan fiebre, que puede ser alta en algunos casos. También es posible que se sienta debilidad, malestar general y escalofríos. Estos síntomas son indicativos de que el cuerpo está luchando contra la infección.
En algunos casos, la erisipela puede afectar a los ganglios linfáticos cercanos a la zona infectada. Esto puede provocar su inflamación y dolor. También es posible que se presente hinchazón en la zona afectada, lo que puede dificultar el movimiento y causar molestias adicionales.
Es importante destacar que la erisipela puede afectar a cualquier parte del cuerpo, pero es más común en las piernas y en la cara. En las piernas, puede aparecer en la parte inferior, especialmente alrededor de los tobillos. En la cara, suele afectar la zona alrededor de los ojos y las mejillas.
En casos más graves, la erisipela puede provocar complicaciones. Por ejemplo, si la infección se propaga a través del torrente sanguíneo, puede causar sepsis, una infección generalizada que puede ser potencialmente mortal. También es posible que se formen abscesos en la piel, que son acumulaciones de pus que requieren drenaje.
Si se presentan estos síntomas, es importante buscar atención médica de inmediato. El médico realizará un examen físico y puede solicitar pruebas adicionales, como un cultivo de la piel, para confirmar el diagnóstico de erisipela. El tratamiento generalmente incluye la administración de antibióticos para combatir la infección.
En resumen, los síntomas de la erisipela incluyen una lesión cutánea roja, caliente, inflamada y dolorosa, fiebre, debilidad, malestar general, escalofríos, inflamación de los ganglios linfáticos y posible hinchazón en la zona afectada. Es importante buscar atención médica si se presentan estos síntomas, ya que la erisipela puede requerir tratamiento con antibióticos para prevenir complicaciones graves.