El Síndrome femoral-facial, también conocido como Síndrome de Freeman-Sheldon, es una enfermedad genética rara que afecta principalmente a los músculos y huesos del rostro y las extremidades. Fue descrito por primera vez en 1938 por los doctores Freeman y Sheldon.
Este síndrome se hereda de manera autosómica dominante, lo que significa que basta con que uno de los padres transmita el gen defectuoso para que el hijo lo desarrolle. Se cree que es causado por mutaciones en el gen MYH3, que está involucrado en el desarrollo muscular.
Las características principales del Síndrome femoral-facial incluyen deformidades faciales, como una boca pequeña con labios estrechos, una nariz en forma de pico de pájaro y una mandíbula inferior retraída. Además, los pacientes suelen presentar contracturas musculares en las extremidades, lo que limita su movilidad.
El diagnóstico del síndrome se basa en la evaluación clínica de los síntomas y en pruebas genéticas para confirmar la presencia de mutaciones en el gen MYH3.
No existe un tratamiento curativo para el Síndrome femoral-facial, pero se pueden abordar los síntomas de manera individual. Esto puede incluir cirugías reconstructivas para mejorar la función y apariencia facial, terapia física para mejorar la movilidad y terapia ocupacional para ayudar a los pacientes a adaptarse a las limitaciones físicas.
Aunque el Síndrome femoral-facial puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de los afectados, con el apoyo adecuado y un manejo multidisciplinario, muchos pacientes pueden llevar una vida plena y satisfactoria. La investigación continua sobre las causas y el manejo de esta enfermedad es fundamental para mejorar el pronóstico y la calidad de vida de los afectados.