La Galactosemia es un trastorno metabólico hereditario poco común que afecta la forma en que el cuerpo procesa y utiliza el azúcar llamado galactosa. La galactosa es un azúcar simple que se encuentra en muchos alimentos, especialmente en los productos lácteos.
Las personas con Galactosemia no pueden descomponer la galactosa de manera adecuada debido a la falta o deficiencia de una enzima llamada galactosa-1-fosfato uridiltransferasa (GALT). Esta enzima es esencial para convertir la galactosa en glucosa, que es utilizada por el cuerpo como fuente de energía.
Sin la enzima GALT funcional, la galactosa se acumula en el cuerpo y puede causar daño en varios órganos y tejidos, especialmente en el hígado, los riñones y el sistema nervioso central. Los síntomas de la Galactosemia pueden variar ampliamente, pero suelen aparecer poco después del nacimiento.
Los síntomas más comunes incluyen ictericia, vómitos, diarrea, retraso en el crecimiento, problemas de alimentación, letargo y convulsiones. Si no se diagnostica y trata adecuadamente, la Galactosemia puede tener consecuencias graves, como daño cerebral, discapacidad intelectual, problemas de visión, problemas de habla y retraso en el desarrollo.
El diagnóstico de la Galactosemia se realiza mediante pruebas de laboratorio que miden los niveles de galactosa y galactosa-1-fosfato en la sangre. Una vez que se confirma el diagnóstico, el tratamiento principal consiste en eliminar por completo la galactosa de la dieta. Esto implica evitar todos los alimentos que contienen galactosa, incluyendo productos lácteos, azúcar de lactosa y algunos alimentos procesados que contienen ingredientes derivados de la leche.
Es fundamental que las personas con Galactosemia sigan una dieta estricta y eviten cualquier exposición a la galactosa para prevenir complicaciones y mantener una buena salud. Además, es importante que las personas con Galactosemia reciban un seguimiento médico regular para controlar su estado de salud y detectar cualquier problema o complicación tempranamente.
En resumen, la Galactosemia es un trastorno metabólico hereditario que afecta la capacidad del cuerpo para procesar la galactosa. Requiere un diagnóstico temprano y una dieta estricta sin galactosa para prevenir complicaciones y mantener una buena calidad de vida. El apoyo médico y el seguimiento regular son fundamentales para el manejo adecuado de la Galactosemia.