El Glioblastoma multiforme (GBM) es un tipo de tumor cerebral altamente agresivo y maligno que se origina en las células gliales del cerebro. Los síntomas del GBM pueden variar dependiendo de la ubicación y el tamaño del tumor, así como de la velocidad de crecimiento. Aunque los síntomas pueden ser sutiles al principio, a medida que el tumor crece, pueden volverse más evidentes y debilitantes.
Uno de los síntomas más comunes del GBM es el dolor de cabeza persistente y progresivo, que a menudo empeora por la mañana o después de realizar actividades físicas. Este dolor de cabeza puede estar acompañado de náuseas y vómitos, especialmente en la mañana. Además, los pacientes con GBM pueden experimentar cambios en la visión, como visión borrosa, doble o pérdida de visión en un ojo.
Otro síntoma común es la epilepsia, que puede manifestarse como convulsiones parciales o generalizadas. Estas convulsiones pueden variar en intensidad y frecuencia, y pueden ser precedidas por una sensación de hormigueo o entumecimiento en una parte del cuerpo.
A medida que el tumor crece, puede ejercer presión sobre áreas específicas del cerebro, lo que puede causar síntomas neurológicos adicionales. Por ejemplo, si el tumor se encuentra en el lóbulo frontal, los pacientes pueden experimentar cambios en la personalidad, dificultad para concentrarse o problemas de memoria. Si el tumor afecta el lóbulo temporal, los síntomas pueden incluir dificultad para hablar, cambios en el comportamiento o problemas de audición.
Además, el GBM puede causar debilidad o parálisis en un lado del cuerpo, dificultad para caminar o problemas de equilibrio. Los pacientes también pueden experimentar cambios en la coordinación motora, como dificultad para realizar movimientos finos con las manos.
A medida que el tumor continúa creciendo, puede ejercer presión sobre los vasos sanguíneos cercanos, lo que puede provocar hemorragias y accidentes cerebrovasculares. Esto puede manifestarse como debilidad repentina en un lado del cuerpo, dificultad para hablar o pérdida de la conciencia.
Es importante tener en cuenta que estos síntomas pueden ser causados por otras afecciones y no necesariamente indican la presencia de un GBM. Sin embargo, si experimentas alguno de estos síntomas de manera persistente o progresiva, es fundamental buscar atención médica para un diagnóstico adecuado y un tratamiento oportuno.