La Enfermedad de Injerto Contra Huésped (EICH) es una complicación grave que puede ocurrir después de un trasplante de médula ósea o de células madre hematopoyéticas. Se produce cuando las células del donante atacan los tejidos del receptor, causando una respuesta inflamatoria y daño en varios órganos. Las causas de la EICH son multifactoriales y pueden ser clasificadas en dos categorías principales: EICH aguda y EICH crónica.
La EICH aguda se desarrolla dentro de los primeros 100 días después del trasplante y es causada principalmente por la incompatibilidad genética entre el donante y el receptor. Cuando las células del donante reconocen las células del receptor como extrañas, desencadenan una respuesta inmune para destruirlas. Esta respuesta puede ser excesiva y afectar a varios órganos, como la piel, el hígado y el tracto gastrointestinal. Además de la incompatibilidad genética, otros factores que pueden contribuir a la EICH aguda incluyen la edad del donante y del receptor, el tipo de acondicionamiento previo al trasplante y la presencia de infecciones virales.
Por otro lado, la EICH crónica se desarrolla después de los 100 días del trasplante y se caracteriza por una respuesta inmune continua y persistente. A diferencia de la EICH aguda, la EICH crónica no está relacionada directamente con la incompatibilidad genética, sino que se cree que es causada por una interacción compleja entre las células del donante y del receptor. Se piensa que la EICH crónica puede ser desencadenada por la presencia de células T del donante que reconocen antígenos menores del receptor como extraños y atacan los tejidos del huésped. Además, la inflamación crónica y la respuesta inmune sostenida pueden ser causadas por infecciones virales persistentes o por la presencia de células dendríticas del donante que estimulan la respuesta inmune.
Es importante destacar que la EICH puede afectar a diferentes órganos y sistemas del cuerpo, lo que puede resultar en una amplia gama de síntomas y complicaciones. Algunos de los síntomas comunes de la EICH incluyen erupción cutánea, diarrea, ictericia, dolor abdominal, fiebre y fatiga. El diagnóstico de la EICH se basa en la evaluación clínica de los síntomas, así como en pruebas de laboratorio y biopsias de los órganos afectados.
En resumen, la Enfermedad de Injerto Contra Huésped es una complicación grave que puede ocurrir después de un trasplante de médula ósea o de células madre hematopoyéticas. Las causas de la EICH son multifactoriales e incluyen la incompatibilidad genética entre el donante y el receptor, la presencia de células T del donante que reconocen antígenos del receptor como extraños, la inflamación crónica y la respuesta inmune sostenida, así como la presencia de infecciones virales persistentes. El conocimiento de estas causas es fundamental para el desarrollo de estrategias de prevención y tratamiento más efectivas.