La Enfermedad de Injerto Contra Huésped (EICH) es una complicación que puede ocurrir después de un trasplante de células madre o médula ósea. Se produce cuando las células del donante atacan los tejidos del receptor, considerándolos extraños. Los síntomas de la EICH pueden variar en intensidad y afectar diferentes partes del cuerpo.
Los síntomas más comunes de la EICH aguda incluyen erupciones cutáneas, diarrea, náuseas, vómitos, dolor abdominal y fiebre. Estos síntomas suelen aparecer en las primeras semanas después del trasplante y pueden ser similares a los de una infección. La erupción cutánea puede ser leve o grave, y puede extenderse por todo el cuerpo. La diarrea puede ser acuosa o con sangre, y puede ser persistente.
En casos más graves de EICH aguda, los síntomas pueden incluir dificultad para respirar, ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), dolor en las articulaciones, dolor muscular, inflamación de los ojos y úlceras en la boca. Estos síntomas pueden indicar que la EICH está afectando órganos vitales como los pulmones, el hígado y los riñones.
La EICH crónica es menos común pero puede desarrollarse meses o incluso años después del trasplante. Los síntomas de la EICH crónica pueden incluir sequedad en la piel, pérdida de peso, fatiga, debilidad muscular, dolor en las articulaciones y dificultad para tragar. También puede haber cambios en la visión y problemas en los pulmones, el hígado y los riñones.
Es importante tener en cuenta que los síntomas de la EICH pueden variar de una persona a otra y pueden depender de varios factores, como la edad del receptor, el tipo de trasplante y la compatibilidad entre el donante y el receptor. Además, los síntomas pueden ser similares a los de otras complicaciones después de un trasplante, por lo que es fundamental que los pacientes informen a su médico sobre cualquier cambio en su salud.
El diagnóstico de la EICH se basa en la evaluación clínica de los síntomas y en pruebas de laboratorio, como análisis de sangre y biopsias de tejido. El tratamiento de la EICH puede incluir medicamentos inmunosupresores para reducir la respuesta del sistema inmunológico y evitar el ataque a los tejidos del receptor.
En resumen, los síntomas de la Enfermedad de Injerto Contra Huésped pueden variar en intensidad y afectar diferentes partes del cuerpo. Los síntomas más comunes incluyen erupciones cutáneas, diarrea, náuseas, vómitos, dolor abdominal y fiebre. En casos más graves, pueden presentarse dificultad para respirar, ictericia, dolor en las articulaciones y úlceras en la boca. Es importante informar a un médico sobre cualquier cambio en la salud después de un trasplante para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.