La Púrpura de Schönlein-Henoch (PSH), también conocida como púrpura anafilactoide, es una enfermedad inflamatoria de los vasos sanguíneos que afecta principalmente a niños, aunque también puede presentarse en adultos. El diagnóstico de esta enfermedad se basa en una combinación de síntomas clínicos, hallazgos físicos y pruebas de laboratorio.
El primer paso en el diagnóstico de la PSH es realizar una historia clínica detallada, en la cual se recopilan los antecedentes médicos del paciente, los síntomas que presenta y la duración de los mismos. Los síntomas más comunes de la PSH incluyen la aparición repentina de una erupción cutánea característica, dolor en las articulaciones, dolor abdominal y presencia de sangre en la orina.
El siguiente paso es realizar un examen físico completo. Durante este examen, el médico buscará signos de inflamación en la piel, las articulaciones y los órganos internos. La erupción cutánea característica de la PSH se presenta como pequeñas manchas rojas o púrpuras en las piernas y los glúteos, que pueden ser palpables. Además, se pueden encontrar signos de inflamación en las articulaciones, como hinchazón, enrojecimiento y dolor.
Para confirmar el diagnóstico de PSH, se pueden realizar pruebas de laboratorio. Estas pruebas incluyen un análisis de sangre completo, que puede mostrar un aumento en el número de glóbulos blancos y plaquetas, así como niveles elevados de ciertos marcadores inflamatorios. También se puede realizar un análisis de orina para detectar la presencia de sangre y proteínas.
Además de estas pruebas, se pueden realizar otras pruebas complementarias para descartar otras enfermedades que puedan presentar síntomas similares a la PSH. Estas pruebas pueden incluir una biopsia de piel, en la cual se toma una muestra de la erupción cutánea y se examina bajo un microscopio para detectar signos de inflamación. También se pueden realizar pruebas de imagen, como radiografías o ecografías, para evaluar el estado de las articulaciones y los órganos internos.
En resumen, el diagnóstico de la Púrpura de Schönlein-Henoch se basa en una combinación de síntomas clínicos, hallazgos físicos y pruebas de laboratorio. La historia clínica detallada y el examen físico son fundamentales para identificar los signos característicos de la enfermedad, como la erupción cutánea y la inflamación en las articulaciones. Además, las pruebas de laboratorio, como el análisis de sangre y de orina, pueden proporcionar información adicional para confirmar el diagnóstico. En algunos casos, pueden ser necesarias pruebas complementarias, como biopsias o pruebas de imagen, para descartar otras enfermedades.