¿Cómo se diagnostica la Miopía Magna?

La miopía magna es una condición ocular en la que el ojo es más largo de lo normal, lo que resulta en una visión borrosa de objetos distantes. Esta condición puede ser diagnosticada por un oftalmólogo a través de una serie de pruebas y exámenes visuales.

El primer paso en el diagnóstico de la miopía magna es una evaluación de la historia clínica del paciente. El oftalmólogo preguntará sobre los síntomas que experimenta el paciente, como visión borrosa o dificultad para ver objetos lejanos. También se indagará sobre cualquier antecedente familiar de miopía, ya que esta condición tiene una fuerte predisposición genética.

A continuación, el oftalmólogo realizará un examen visual completo. Esto incluye la medición de la agudeza visual, que se realiza con la ayuda de una tabla de optotipos. El paciente se coloca a una distancia específica de la tabla y se le pide que identifique las letras o números que aparecen en ella. La agudeza visual se expresa como una fracción, donde el numerador indica la distancia a la que el paciente se encuentra de la tabla y el denominador indica la distancia a la que una persona con visión normal podría ver las mismas letras o números.

Además de la agudeza visual, se realizará una refracción ocular. Esto implica el uso de un instrumento llamado foróptero o refractor, que contiene diferentes lentes para evaluar la capacidad del ojo para enfocar la luz correctamente. El paciente se coloca detrás del foróptero y se le pide que mire a través de él mientras el oftalmólogo cambia las lentes para determinar cuál proporciona la mejor visión. Esto permite al oftalmólogo determinar la cantidad de miopía presente y prescribir las gafas o lentes de contacto adecuadas para corregir la visión.

Además de la refracción ocular, se puede realizar una topografía corneal. Esta prueba mide la forma y curvatura de la córnea, la capa transparente en la parte frontal del ojo. La topografía corneal se realiza utilizando un dispositivo llamado topógrafo, que proyecta anillos de luz en la córnea y registra su reflexión. Esto permite al oftalmólogo evaluar cualquier irregularidad en la curvatura de la córnea, lo que puede contribuir a la miopía magna.

En algunos casos, se puede realizar una ecografía ocular para evaluar la longitud axial del ojo. Esto implica el uso de ondas de sonido de alta frecuencia para medir la distancia desde la córnea hasta la retina, la capa sensible a la luz en la parte posterior del ojo. Una longitud axial más larga de lo normal es un indicador de miopía magna.

En resumen, el diagnóstico de la miopía magna se basa en una evaluación de la historia clínica del paciente, una medición de la agudeza visual, una refracción ocular, una topografía corneal y, en algunos casos, una ecografía ocular. Estas pruebas permiten al oftalmólogo determinar la cantidad de miopía presente y prescribir el tratamiento adecuado, que puede incluir el uso de gafas, lentes de contacto o cirugía refractiva. Es importante que cualquier persona que experimente síntomas de miopía magna se someta a un examen ocular completo para recibir un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.