La hiperacusia es un trastorno auditivo en el cual una persona experimenta una sensibilidad excesiva a los sonidos cotidianos que para otros resultan normales o incluso imperceptibles. Aunque no se conoce una causa exacta de la hiperacusia, se han identificado varias posibles causas que pueden contribuir a su desarrollo.
Una de las causas más comunes es la exposición a sonidos fuertes o prolongados. La sobreexposición a ruidos intensos, como la música a alto volumen, el uso constante de auriculares a un volumen elevado o trabajar en entornos ruidosos, puede dañar las células ciliadas del oído interno. Estas células son responsables de transmitir las señales auditivas al cerebro, y su daño puede provocar una mayor sensibilidad a los sonidos.
Además, ciertas enfermedades y trastornos pueden desencadenar la hiperacusia. Por ejemplo, la enfermedad de Ménière, que afecta el equilibrio y la audición, puede causar hiperacusia como uno de sus síntomas. Otros trastornos neurológicos, como la migraña, el síndrome de la articulación temporomandibular o el síndrome de la fatiga crónica, también pueden estar asociados con la hiperacusia.
Asimismo, lesiones en el oído, como traumatismos craneales, infecciones del oído o cirugías del oído, pueden dañar las estructuras auditivas y provocar una mayor sensibilidad a los sonidos. Además, algunos medicamentos ototóxicos, como ciertos antibióticos o quimioterapias, pueden afectar la audición y desencadenar la hiperacusia como efecto secundario.
Factores genéticos también pueden influir en la predisposición a la hiperacusia. Algunas personas pueden tener una mayor sensibilidad auditiva desde el nacimiento debido a diferencias en la estructura o función del oído interno.
En resumen, aunque no se conoce una causa exacta de la hiperacusia, se cree que la exposición a sonidos fuertes, enfermedades y trastornos neurológicos, lesiones en el oído y factores genéticos pueden contribuir al desarrollo de este trastorno auditivo. Es importante consultar a un especialista en audición para obtener un diagnóstico preciso y determinar el tratamiento adecuado.