¿Cuáles son los síntomas de la Nefropatía por IgA?

La Nefropatía por IgA, también conocida como enfermedad de Berger, es una enfermedad renal crónica caracterizada por la acumulación de inmunoglobulina A (IgA) en los glomérulos, que son las unidades básicas de filtración de los riñones. Aunque los síntomas pueden variar de una persona a otra, existen algunos signos comunes que pueden indicar la presencia de esta enfermedad.

Uno de los síntomas más comunes de la Nefropatía por IgA es la presencia de sangre en la orina, conocida como hematuria. Esta hematuria puede ser visible, dando lugar a una orina de color rojo o marrón oscuro, o puede ser microscópica, lo que significa que solo se puede detectar mediante un examen de orina. La hematuria puede ocurrir de forma intermitente, es decir, aparecer y desaparecer, o puede ser persistente.

Otro síntoma frecuente es la presencia de proteínas en la orina, conocida como proteinuria. La proteinuria puede ser un indicador de daño renal y puede variar en gravedad. En algunos casos, la proteinuria puede ser leve y no causar síntomas evidentes, mientras que en otros puede ser más significativa y provocar hinchazón en diferentes partes del cuerpo, como los pies, las piernas, el abdomen o la cara.

Además de la hematuria y la proteinuria, la Nefropatía por IgA puede causar otros síntomas relacionados con el daño renal. Estos pueden incluir hipertensión arterial, fatiga, debilidad, pérdida de apetito, náuseas, vómitos, dolor en la parte baja de la espalda o en los costados, e incluso cambios en la micción, como aumento de la frecuencia urinaria o disminución de la cantidad de orina.

Es importante destacar que estos síntomas pueden variar en cada individuo y no todos los pacientes presentarán todos los síntomas mencionados. Algunas personas pueden tener una enfermedad renal leve y no experimentar síntomas significativos durante mucho tiempo, mientras que otras pueden desarrollar una enfermedad más grave y experimentar síntomas más pronunciados.

En algunos casos, la Nefropatía por IgA puede progresar y causar complicaciones a largo plazo, como insuficiencia renal crónica. Cuando esto ocurre, los riñones no pueden filtrar adecuadamente los desechos y el exceso de líquidos del cuerpo, lo que puede llevar a la acumulación de toxinas y a un desequilibrio de líquidos y electrolitos en el organismo. En estas etapas avanzadas de la enfermedad, los síntomas pueden incluir fatiga extrema, falta de aliento, hinchazón generalizada, picazón en la piel, cambios en el patrón de sueño, dificultad para concentrarse y disminución del apetito.

En resumen, la Nefropatía por IgA es una enfermedad renal crónica que se caracteriza por la acumulación de IgA en los glomérulos. Los síntomas más comunes incluyen hematuria, proteinuria, hipertensión arterial, fatiga y debilidad. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los síntomas pueden variar en cada individuo y que algunos pacientes pueden tener una enfermedad renal leve sin síntomas evidentes. Si se experimenta alguno de estos síntomas, es importante buscar atención médica para un diagnóstico adecuado y un tratamiento oportuno.