¿Qué es la Artritis infecciosa / Artritis séptica?

La artritis infecciosa, también conocida como artritis séptica, es una inflamación de las articulaciones causada por una infección bacteriana, viral o fúngica. Esta condición puede afectar a personas de todas las edades, pero es más común en niños y adultos mayores. La artritis infecciosa es una condición grave que requiere atención médica inmediata, ya que puede provocar daño permanente en las articulaciones si no se trata adecuadamente.

La artritis infecciosa generalmente ocurre cuando las bacterias u otros microorganismos ingresan al cuerpo a través de una herida abierta, una cirugía o una infección en otra parte del cuerpo. Estos microorganismos pueden viajar a través del torrente sanguíneo y establecerse en una articulación, donde causan inflamación y dolor. Las articulaciones más comúnmente afectadas son la rodilla, la cadera, el hombro y el codo.

Los síntomas de la artritis infecciosa pueden variar dependiendo de la gravedad de la infección y la articulación afectada. Los síntomas más comunes incluyen dolor intenso en la articulación, hinchazón, enrojecimiento, calor y dificultad para mover la articulación. También puede haber fiebre, escalofríos y fatiga generalizada. En los niños pequeños, los síntomas pueden ser más sutiles y pueden incluir irritabilidad, rechazo a usar el miembro afectado y dificultad para caminar.

El diagnóstico de la artritis infecciosa se basa en la evaluación clínica de los síntomas, así como en pruebas de laboratorio y estudios de imagen. El médico puede realizar un análisis de sangre para detectar signos de infección, como un aumento en los niveles de glóbulos blancos y la proteína C reactiva. También se pueden realizar pruebas de cultivo de líquido sinovial, que se extrae de la articulación afectada, para identificar el microorganismo responsable de la infección.

El tratamiento de la artritis infecciosa generalmente incluye el uso de antibióticos intravenosos para eliminar la infección. En casos graves, puede ser necesario drenar el líquido acumulado en la articulación para aliviar la presión y reducir la inflamación. Además, se pueden recetar analgésicos y antiinflamatorios para aliviar el dolor y la inflamación. Es importante seguir el tratamiento completo y tomar los medicamentos según las indicaciones del médico para asegurar una recuperación completa.

La artritis infecciosa puede tener complicaciones graves si no se trata adecuadamente. Estas complicaciones pueden incluir destrucción articular, deformidad permanente, discapacidad funcional e incluso sepsis, una infección generalizada que puede poner en peligro la vida. Por lo tanto, es fundamental buscar atención médica inmediata si se sospecha de artritis infecciosa.

En resumen, la artritis infecciosa o artritis séptica es una inflamación de las articulaciones causada por una infección bacteriana, viral o fúngica. Esta condición puede ser grave y requiere atención médica inmediata. Los síntomas incluyen dolor intenso, hinchazón y dificultad para mover la articulación afectada. El tratamiento generalmente implica el uso de antibióticos y, en algunos casos, drenaje del líquido sinovial acumulado. Es importante seguir el tratamiento completo para evitar complicaciones graves.