El Síndrome de Lemierre, también conocido como septicemia postanginosa, es una enfermedad rara pero grave que afecta principalmente a jóvenes adultos. Se caracteriza por una infección bacteriana aguda en la garganta que se propaga a través de los vasos linfáticos y se disemina a otras partes del cuerpo, como los pulmones, el hígado y los huesos.
El síndrome lleva el nombre del médico francés André Lemierre, quien describió por primera vez la enfermedad en la década de 1930. Aunque es poco común, su gravedad radica en las complicaciones que puede causar, como la formación de abscesos en los pulmones y la formación de coágulos sanguíneos en las venas del cuello.
El Síndrome de Lemierre generalmente se desarrolla después de una infección de garganta, como una amigdalitis o faringitis estreptocócica, causada por la bacteria Fusobacterium necrophorum. Esta bacteria se encuentra comúnmente en la boca y la garganta, pero en circunstancias particulares puede penetrar en los tejidos circundantes y causar una infección grave.
Los síntomas iniciales del síndrome pueden incluir dolor de garganta intenso, fiebre alta, inflamación de los ganglios linfáticos del cuello y fatiga extrema. A medida que la infección se propaga, pueden aparecer síntomas más graves, como dificultad para respirar, tos con sangre, dolor en el pecho y rigidez en el cuello.
El diagnóstico del Síndrome de Lemierre se basa en la historia clínica del paciente, los síntomas presentes y los resultados de pruebas de laboratorio, como análisis de sangre y cultivos de garganta. El tratamiento generalmente implica la administración de antibióticos intravenosos durante varias semanas, junto con el drenaje de abscesos si es necesario.
Aunque el Síndrome de Lemierre es una enfermedad grave, el pronóstico ha mejorado significativamente en las últimas décadas gracias a los avances en el diagnóstico y tratamiento. Sin embargo, es importante buscar atención médica de inmediato si se presentan síntomas de infección de garganta severa, ya que un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado son fundamentales para evitar complicaciones potencialmente mortales.