El Síndrome de Levy-Yeboa es una enfermedad genética extremadamente rara que fue descubierta en 2016 por los doctores Karen W. Gripp y William B. Dobyns. Recibe su nombre en honor a los primeros dos pacientes diagnosticados con esta condición, cuyos apellidos eran Levy y Yeboa.
La historia de este síndrome comienza cuando los doctores Gripp y Dobyns se encontraron con dos bebés que presentaban características físicas y problemas de desarrollo similares. Ambos tenían rasgos faciales distintivos, como una frente prominente, ojos hundidos y orejas de forma anormal. Además, sufrían de retraso en el desarrollo motor y del habla.
Después de realizar pruebas genéticas exhaustivas, los investigadores descubrieron una mutación en el gen denominado "ZSWIM6" en ambos pacientes. Esta mutación es responsable de la aparición del Síndrome de Levy-Yeboa.
A medida que se fueron realizando más investigaciones, se identificaron otros casos de esta enfermedad en diferentes partes del mundo. Aunque los síntomas pueden variar en cada individuo, se ha observado que la mayoría de los afectados presentan discapacidades intelectuales y problemas de desarrollo.
La historia del Síndrome de Levy-Yeboa es aún muy reciente y se están llevando a cabo más investigaciones para comprender mejor esta enfermedad y desarrollar posibles tratamientos. La detección temprana y el apoyo médico y terapéutico son fundamentales para mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familias.