Padezco el síndrome de Ménière y durante los últimos meses los síntomas se han intensificado. Los mareos y las náuseas se han vuelto constantes y el vértigo es cada vez más frecuente. He pensado en someterme a una cirugía pero me da miedo que los síntomas no desaparezcan, ¿es recomendable?
La cirugía para el síndrome de Ménière puede causar un daño permanente a su audición. Considere hablar con su médico sobre las opciones quirúrgicas solo si los tratamientos regulares para aliviar sus síntomas han resultado inútiles.
Entre los tratamientos regulares se encuentran el cambio en el estilo de vida para reducir el estrés, los hábitos de alimentación a través de una dieta baja en sal, y las terapias para reducir la presión en el oído interno. Cuando se han agotado todos los recursos, existen tres tipos de cirugías para tratar el síndrome de Ménière.
Cirugía endolinfática: Se inserta un pequeño tubo en el saco endolinfático para permitir que el exceso de líquido drene. De esta manera se evita que la presión se acumule y se produzca la sensación de vértigo.
Con esta cirugía se elimina una pequeña cantidad de hueso del interior del oído, con la finalidad de proporcionar más espacio para el saco endolinfático cuando se llena de líquido.
Corte del nervio vestibular: Este procedimiento requiere anestesia general y una estadía en el hospital. Con esta cirugía, se corta el nervio que controla el equilibrio dejando la parte que controla la audición intacta. Sin embargo, al estar ambas partes ubicadas muy cerca una de la otra, existe un gran riesgo de pérdida total de la audición en el oído afectado.
Laberintectomía: Mediante esta intervención quirúrgica el centro de equilibrio del oído interno (laberinto) es extirpado. Esta operación casi siempre detiene el vértigo, pero causa una pérdida total de la audición en el oído afectado (hipoacusia). Sólo se utiliza para las personas que ya han perdido la mayoría de su audición.
Son costosas esas operaciones?