La práctica de deporte puede ser beneficiosa para las personas que sufren de migraña, siempre y cuando se realice de manera adecuada y se tenga en cuenta ciertas consideraciones. El ejercicio físico regular puede ayudar a reducir la frecuencia y la intensidad de los episodios de migraña, así como mejorar la calidad de vida en general.
En cuanto al tipo de deporte recomendado, es importante elegir actividades de bajo impacto que no generen un estrés excesivo en el cuerpo. Algunas opciones pueden ser caminar, nadar, montar en bicicleta o practicar yoga. Estas actividades suelen ser suaves para las articulaciones y los músculos, y no suelen desencadenar migrañas en la mayoría de las personas.
En cuanto a la frecuencia e intensidad, es recomendable comenzar de manera gradual, especialmente si se ha llevado una vida sedentaria. Se puede empezar con sesiones cortas de ejercicio, de aproximadamente 20 minutos, tres veces por semana, e ir aumentando progresivamente la duración y la frecuencia. Es importante escuchar al cuerpo y no forzarlo más allá de sus límites, ya que el exceso de ejercicio puede desencadenar migrañas en algunas personas.
Además, es fundamental mantener una buena hidratación antes, durante y después del ejercicio, así como evitar la exposición excesiva al sol y utilizar protección adecuada. También se recomienda llevar un registro de los episodios de migraña y de la relación con la práctica deportiva, para identificar posibles desencadenantes y ajustar la rutina de ejercicio si es necesario.
En resumen, la práctica de deporte puede ser beneficiosa para las personas con migraña, siempre y cuando se elijan actividades de bajo impacto, se comience de manera gradual y se preste atención a las señales del cuerpo. Consultar con un médico o especialista en migraña puede ser útil para obtener recomendaciones personalizadas y asegurarse de que el ejercicio sea seguro y beneficioso.