El síndrome de Möbius o Moebius consiste en un cuadro multiorgánico que se define con la parálisis congénita del VII nervio craneal (facial), unilateral (un solo lado de la cara) o bilateral, no progresiva, asociado a una alteración de la motilidad ocular horizontal por compromiso del VI nervio (estrabismo), frecuentemente acompañado por trastornos de otros nervios craneales. Además en estos pacientes pueden observarse malformaciones oro faciales (microretrognatia).
Quienes padecen síndrome de Moebius no pueden gesticular, ni sonreír o fruncir los músculos de la mímica, y en algunos casos tampoco puede mover sus ojos de lado a lado. E igualmente, el síndrome también se asocia con problemas físicos de otras partes del cuerpo, como el de los miembros (pie bot), defectos del sistema músculo esquelético (aplasia de músculo pectoral), por mencionar algunos.
Dos nervios importantes; el sexto y séptimo nervios craneales no se desarrollan completamente, causando parálisis facial y de la musculatura ocular. Los movimientos de la cara, el fruncir, los movimientos laterales del ojo, y las expresiones faciales son controlados por estos nervios. Muchos de los otros 12 nervios craneales se pueden afectar, incluyendo tercero, quinto, octavos, noveno, onceavo, y el doceavo.
LOS SÍNTOMAS CARACTERÍSTICOS DE EL SÍNDROME DE MOEBIUS:
Los síntomas más evidentes se relacionan con las expresiones y la función faciales. En infantes recién nacidos, la primera muestra es una incapacidad deteriorada de succionar.
El babear excesivo y los ojos cruzados pueden estar presentes. Además, puede haber deformidades de la lengua y de la mandíbula, e incluso algunos miembros del cuerpo, incluyendo los pies deformados y/o los dedos pegados. La mayoría de los niños tienden hipotonía muscular (tono bajo del músculo), particularmente del cuerpo.
LOS SÍNTOMAS PUEDEN INCLUIR:
Carencia de la expresión facial; inhabilidad de sonreír.
· Trastornos alimentarios que afectan a la deglución (la alimentación por sonda se hace necesaria y se debe tener mucho cuidado con los alimentos sólidos.)
Mantenerles la cabeza erguida para poder tragar.
· Irritación conjuntivo cornial debido a abolición del parpadeo; provocando sensibilidad del ojo debido a esta inhabilidad de escudriñar (las gafas de sol son indispensables).
· Hipotonía muscular (retardo motor), debido a la debilidad superior del cuerpo.
Ausencia del movimiento lateral del ojo.
Ausencia del parpadeo.
Estrabismo; (ojos cruzados que pueden corregirse con la cirugía).
Babeo.
Paladar alto.
Lengua corta o deformada.
Movimiento limitado del la lengua.
Paladar de la hendidura submucosa.
Problemas de los dientes.
· Trastornos auditivos (debido al liquido en oídos, los tubos son a veces necesarios).
Dificultades del habla (especialmente con los sonidos cerrados de la boca y los sonidos que implican el movimiento de los labios).
Pie equino varo.
Anomalías de menor importancia de la media línea.
Si bien maduran más lentamente, los niños con síndrome de Moebius con el tiempo alcanzan a los otros. Los problemas del habla responden a menudo a la terapia, pero pueden persistir debido a la movilidad deteriorada de la lengua y de los labios. Al entrar en la edad avanzada, la carencia de la expresión facial y de una inhabilidad de sonreír se convierte en los síntomas visibles dominantes. El síndrome de Moebius es acompañado a veces por el síndrome de Pierre Robin y Anomalia de Poland.
CAUSAS:
Los niños nacen con este síndrome, aunque parece ser genético, su causa exacta sigue siendo desconocida y la literatura médica presenta teorías que están en conflicto. Afecta a niños y niñas igualmente, y en algunos casos presenta un riesgo creciente de transmitir el desorden de un padre afectado a un niño. Aunque no hay prueba prenatal para el síndrome de Moebius actualmente disponible, los individuos pueden beneficiarse de asesoría médica, psicológica y genética.
Cuando hay estos antecedentes, el Hospital de Perinatología es recomendable ya que dan seguimiento a embarazos de alto riesgo.
TRATAMIENTOS:
Los infantes requieren a veces botellas especiales (es decir alimentador de Haberman) o sondas de alimentación para complementar la nutrición.
El rol del oftalmólogo es lograr el diagnostico temprano y tratar las complicaciones oftálmicas más frecuentes derivadas de la falta de protección corneal producida por la parálisis facial y la frecuente ausencia del reflejo de Bell. Además se debe controlar a estos niños en forma frecuente por la especialidad para seguir de cerca el desarrollo visual y elegir el momento adecuado para corregir el estrabismo con cirugía, cuando sea el caso.
La protección de la córnea que se relaciona a la habilidad de cerrar los ojos es normalmente adecuado con problemas relacionados a la exposición de la misma por la ausencia de parpadeo, lo que se recomienda son las lágrimas artificiales, gotas de día y ungüento de noche.
Los niños con el síndrome de Moebius pueden también beneficiarse de la terapia ocupacional y física, para mejorar sus habilidades, coordinación y la terapia de lenguaje; para ganar mejor control del habla y de alimentarse.
Las deformidades del miembro y de la mandíbula se pueden mejorar a menudo con cirugía. Además, la cirugía reconstructiva plástica de la cara puede ofrecer ventajas en casos individuales. Las transferencias del nervio y del músculo a las comisuras de la boca se han realizado para proporcionar a la capacidad de sonreír.
Deben ser detenidamente evaluados por neurología, ya que las características faciales pueden confundir a otros médicos.
El asesoramiento psicológico, la familia, especialmente a la madre para que pueda vincularse con el niño a pesar de su falta de expresividad, son cruciales para el desarrollo del vinculo madre-hijo.
DESCRIPCIÓN DE LOS 12 NERVIOS CRANEALES:
El síndrome de Moebius afecta el sexto y séptimo nervios craneales, los cuales no se desarrollan completamente causando parálisis del músculo del ojo y parálisis facial. Los movimientos de la cara, el parpadeo, los movimientos laterales del ojo, y las expresiones faciales son controlados por estos nervios. Muchos de los otros 12 nervios craneales se pueden afectar, incluyendo los tercero, quinto, octavo, noveno, onceavo, doceavo.
1. Nervio olfatorio: recoge la información del olfato y la conduce al cerebro.
2. Nervio óptico: transmite la información visual a la corteza cerebral.
3. Nervio Oculomotor- inerva los músculos externos del globo ocular excepto el recto externo y el oblicuo mayor.
4. Nervio de Troclear o patético: inerva el músculo oblicuo mayor del globo ocular.
5. Nervio Trigémino: recoge la sensibilidad de la cara e inerva los músculos masticatorios.
6. Nervio de Abducens o motor ocular externo: permite el movimiento lateral del ojo.
7. Nervio facial: inerva los músculos de la expresión facial, conduce la sensibilidad gustativa de los dos tercios anteriores de la lengua y también inerva las glándulas lagrimales y salivares.
8. Nervio auditivo: transmite la información auditiva generada en el oído hacia el tronco cerebral y corteza cerebral.
9. Nervio Glosofaringeo: lleva la sensación y el gusto de la parte posterior de la lengua y de la garganta; ayuda a controlar el tragar.
10. Nervio del vago o neumogástrico: llega conexiones sensoriales y del motor a muchos órganos en el pecho (corazón) y el abdomen.
11. Nervio accesorio o espinal: inerva los músculos esternocleidomastoideo y el trapecio.
12. Nervio hipogloso: inerva los músculos de la lengua y de algunos músculos pequeños del cuello.