La Neoplasia Endocrina Múltiple (NEM) es un trastorno genético que afecta a las glándulas endocrinas y puede provocar el desarrollo de tumores en diferentes partes del cuerpo. Debido a la complejidad de esta enfermedad, es importante tener en cuenta diversas consideraciones antes de recomendar la práctica de deporte a personas con NEM.
En primer lugar, es fundamental que las personas con NEM consulten a su médico especialista antes de comenzar cualquier programa de ejercicio físico. El médico podrá evaluar el estado de salud general del paciente, así como los posibles riesgos y limitaciones que pueda tener debido a la enfermedad.
Una vez obtenida la aprobación médica, se puede recomendar la práctica de ejercicio físico regular, adaptado a las capacidades y necesidades individuales de cada persona. El tipo de deporte más adecuado dependerá de varios factores, como la presencia de tumores, la localización de los mismos, el estado de salud general y las preferencias personales.
En general, se recomienda optar por deportes de bajo impacto, que no generen un estrés excesivo en las articulaciones y los músculos. Actividades como caminar, nadar, montar en bicicleta o practicar yoga pueden ser excelentes opciones para personas con NEM, ya que permiten mejorar la condición física sin sobrecargar el cuerpo.
En cuanto a la frecuencia e intensidad del ejercicio, es importante comenzar de manera gradual y progresiva, especialmente si la persona no ha estado realizando actividad física regularmente. Se recomienda empezar con sesiones de ejercicio de baja intensidad y corta duración, e ir aumentando gradualmente la frecuencia y la duración a medida que el cuerpo se adapta y se fortalece.
Es fundamental escuchar al cuerpo y respetar los límites individuales. Si se experimenta dolor, fatiga excesiva o cualquier otro síntoma preocupante durante la práctica de ejercicio, es importante detenerse y consultar al médico.
Además, es importante tener en cuenta que las personas con NEM pueden tener un mayor riesgo de osteoporosis y fracturas óseas debido a la enfermedad y a los tratamientos asociados. Por lo tanto, es recomendable incluir ejercicios de fortalecimiento muscular y de equilibrio en el programa de ejercicio, con el fin de mantener la salud ósea y prevenir lesiones.
En resumen, la práctica de ejercicio físico puede ser beneficiosa para las personas con NEM, siempre y cuando se realice de manera segura y adaptada a las necesidades individuales. Consultar al médico especialista, optar por deportes de bajo impacto y progresar gradualmente en la frecuencia e intensidad del ejercicio son aspectos clave a tener en cuenta. El objetivo principal es mejorar la condición física y la calidad de vida, sin poner en riesgo la salud de la persona.