El linfoma no hodgkiniano es un tipo de cáncer que afecta el sistema linfático, que es parte del sistema inmunológico del cuerpo. Los síntomas pueden variar dependiendo del tipo y la etapa del linfoma, pero hay algunas señales comunes que podrían indicar la presencia de esta enfermedad.
Uno de los síntomas más comunes del linfoma no hodgkiniano es la inflamación de los ganglios linfáticos. Estos ganglios pueden agrandarse y volverse dolorosos al tacto. Si notas la presencia de bultos o protuberancias en el cuello, las axilas o la ingle, es importante que consultes a un médico para una evaluación adecuada.
Otros síntomas comunes incluyen fatiga inexplicada, pérdida de peso inexplicada, sudores nocturnos excesivos y fiebre sin causa aparente. Estos síntomas pueden ser vagos y pueden atribuirse a otras condiciones, por lo que es importante prestar atención a cualquier cambio en tu cuerpo y buscar atención médica si persisten.
Además, el linfoma no hodgkiniano puede causar síntomas relacionados con el sistema digestivo, como dolor abdominal, náuseas, vómitos o cambios en los hábitos intestinales. También puede afectar otros órganos, como el hígado o el bazo, lo que puede causar molestias o dolor en la parte superior del abdomen.
Si experimentas alguno de estos síntomas, es importante que consultes a un médico para una evaluación adecuada. El diagnóstico del linfoma no hodgkiniano generalmente implica pruebas como análisis de sangre, biopsias de ganglios linfáticos o tejidos afectados, y pruebas de imagen, como tomografías computarizadas o resonancias magnéticas.
Recuerda que estos síntomas no son exclusivos del linfoma no hodgkiniano y pueden ser causados por otras condiciones menos graves. Sin embargo, es importante buscar atención médica para descartar cualquier problema de salud subyacente y recibir el tratamiento adecuado si es necesario.