La onfalitis del recién nacido es una infección del ombligo que puede ocurrir en los primeros días de vida. Es importante estar atento a los signos y síntomas para poder identificarla a tiempo y buscar atención médica adecuada.
Uno de los primeros signos de onfalitis es el enrojecimiento y la inflamación del ombligo. Puede haber secreción de pus o líquido amarillento con mal olor. Además, el bebé puede presentar fiebre, irritabilidad y rechazo al tocar o manipular el ombligo.
Si notas alguno de estos síntomas, es importante acudir al pediatra de inmediato. El médico realizará un examen físico para evaluar la gravedad de la infección y determinar el tratamiento adecuado.
El tratamiento de la onfalitis generalmente incluye la limpieza y desinfección del ombligo con soluciones antisépticas. En algunos casos, puede ser necesario administrar antibióticos para combatir la infección. Es fundamental seguir las indicaciones del médico y completar el tratamiento prescrito.
Además, es importante mantener una buena higiene del ombligo del recién nacido para prevenir la onfalitis. Se recomienda limpiar el ombligo con alcohol o solución salina después de cada cambio de pañal y mantenerlo seco y limpio.
En resumen, la onfalitis del recién nacido se caracteriza por la inflamación, enrojecimiento y secreción del ombligo, acompañados de fiebre y malestar general. Ante la presencia de estos síntomas, es fundamental buscar atención médica para recibir el tratamiento adecuado. La prevención a través de una buena higiene del ombligo es clave para evitar esta infección.