La enfermedad de Paget, también conocida como osteítis deformante, es una enfermedad ósea crónica que afecta principalmente a los adultos mayores. Fue descubierta por primera vez en 1877 por el cirujano británico Sir James Paget, de ahí su nombre.
La enfermedad de Paget se caracteriza por un proceso de remodelación ósea anormal, en el cual los huesos se vuelven más grandes y más débiles de lo normal. Esto puede resultar en deformidades óseas, fracturas frecuentes y dolor crónico.
Aunque la causa exacta de la enfermedad de Paget aún no se conoce, se cree que hay un componente genético involucrado, ya que la enfermedad tiende a ser hereditaria en algunas familias. Además, se ha sugerido que una infección viral temprana puede desencadenar el inicio de la enfermedad en personas genéticamente susceptibles.
Los síntomas de la enfermedad de Paget pueden variar ampliamente, dependiendo de qué huesos estén afectados. Algunos pacientes pueden no presentar síntomas en absoluto, mientras que otros pueden experimentar dolor óseo, deformidades, fracturas, artritis y problemas de audición si los huesos del cráneo están afectados.
El diagnóstico de la enfermedad de Paget se realiza mediante pruebas de laboratorio, como análisis de sangre y pruebas de imágenes, como radiografías óseas y escaneos óseos. El tratamiento se basa en aliviar los síntomas y prevenir complicaciones, y puede incluir medicamentos para el dolor, fisioterapia, medicamentos para fortalecer los huesos y, en casos graves, cirugía.
En resumen, la enfermedad de Paget es una enfermedad ósea crónica que afecta principalmente a los adultos mayores. Aunque su causa exacta aún no se conoce, se cree que hay un componente genético involucrado. El diagnóstico se realiza mediante pruebas de laboratorio y de imágenes, y el tratamiento se enfoca en aliviar los síntomas y prevenir complicaciones.