El Síndrome neurológico paraneoplásico (SNP) es un trastorno poco común que se produce como resultado de una respuesta inmunológica anormal a un tumor maligno en el cuerpo. Aunque los síntomas pueden variar según el tipo de tumor y la ubicación en el sistema nervioso, hay algunos síntomas comunes asociados con el SNP.
Uno de los síntomas más comunes del SNP es la debilidad muscular progresiva. Esto puede manifestarse como dificultad para caminar, debilidad en los brazos o piernas, o incluso parálisis en casos más graves. Además, los pacientes con SNP a menudo experimentan temblores o espasmos musculares involuntarios.
Otro síntoma común es la disfunción del sistema nervioso autónomo, que controla funciones como la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la digestión. Los pacientes con SNP pueden experimentar cambios en la presión arterial, sudoración excesiva, problemas de control de la vejiga o el intestino, y dificultad para regular la temperatura corporal.
El SNP también puede afectar el cerebro y causar síntomas neuropsiquiátricos. Estos pueden incluir cambios en el estado de ánimo, como depresión o ansiedad, dificultad para concentrarse o recordar información, y alteraciones en el comportamiento, como irritabilidad o agresividad.
Además, el SNP puede afectar los nervios periféricos, lo que resulta en síntomas como entumecimiento u hormigueo en las extremidades, dolor neuropático o pérdida de la sensibilidad en ciertas áreas del cuerpo.
Es importante destacar que los síntomas del SNP pueden aparecer antes de que se diagnostique el cáncer subyacente, lo que puede dificultar el diagnóstico. Por lo tanto, es fundamental que los médicos consideren el SNP como una posible causa de los síntomas neurológicos en pacientes sin un diagnóstico claro.
En resumen, los síntomas del Síndrome neurológico paraneoplásico pueden variar según el tipo y la ubicación del tumor, pero los síntomas comunes incluyen debilidad muscular progresiva, disfunción del sistema nervioso autónomo, síntomas neuropsiquiátricos y afectación de los nervios periféricos. Es importante buscar atención médica si se experimentan estos síntomas, especialmente si no hay un diagnóstico claro de cáncer subyacente.