La Discinesia Paroxística Cinesigética (DPC) es una enfermedad neurológica rara que se caracteriza por episodios repentinos e impredecibles de movimientos involuntarios. Aunque la DPC ha sido objeto de estudio durante décadas, su historia es relativamente reciente.
La primera descripción de la DPC se realizó en la década de 1970 por el neurólogo francés Maurice Battistin. Observó a un grupo de pacientes que experimentaban movimientos anormales, como sacudidas y contracciones musculares, que se desencadenaban de forma espontánea y duraban unos pocos segundos o minutos. Estos episodios eran impredecibles y podían ocurrir en cualquier momento, lo que causaba angustia y dificultades en la vida diaria de los afectados.
A medida que la investigación avanzaba, se descubrió que la DPC tenía una base genética. Se identificaron mutaciones en el gen PRRT2 como la causa principal de la enfermedad. Estas mutaciones alteran la función de las proteínas involucradas en la regulación de la liberación de neurotransmisores en el cerebro, lo que lleva a la aparición de los movimientos involuntarios característicos de la DPC.
Aunque la DPC es una enfermedad rara, se estima que afecta a alrededor de 1 de cada 30,000 personas. Afecta tanto a niños como a adultos, y los síntomas pueden variar en severidad y frecuencia entre los individuos afectados.
A lo largo de los años, se han realizado avances significativos en el diagnóstico y tratamiento de la DPC. Se han desarrollado terapias farmacológicas y se ha mejorado la comprensión de los mecanismos subyacentes de la enfermedad. Sin embargo, aún queda mucho por descubrir y desarrollar para mejorar la calidad de vida de los pacientes con DPC.