La Hemoglobinuria Paroxística Nocturna (HPN) es una enfermedad rara y adquirida del sistema hematopoyético que se caracteriza por la destrucción prematura de los glóbulos rojos y la presencia de hemoglobinuria, es decir, la presencia de hemoglobina en la orina. Las causas de la HPN están relacionadas con una mutación genética en las células madre hematopoyéticas que afecta a la síntesis de una proteína llamada glicofosfatidilinositol (GPI), la cual es necesaria para la correcta formación de las membranas celulares.
La HPN es causada por una mutación en el gen PIGA (fosfatidilinositol glicano clase A), el cual codifica una enzima necesaria para la síntesis del GPI. Esta mutación genética ocurre de forma espontánea y no se hereda de los padres. La mutación afecta a las células madre hematopoyéticas en la médula ósea, lo que lleva a la producción de glóbulos rojos deficientes en GPI.
La deficiencia de GPI en los glóbulos rojos afecta a la estabilidad de las membranas celulares y hace que sean más susceptibles a la destrucción por el sistema inmunológico. En condiciones normales, las células del sistema inmunológico, como los macrófagos, reconocen y eliminan los glóbulos rojos envejecidos o dañados. Sin embargo, en la HPN, los glóbulos rojos deficientes en GPI son reconocidos erróneamente como células extrañas y son destruidos de forma prematura. Esta destrucción se produce principalmente en el sistema reticuloendotelial, que incluye el bazo y el hígado.
La destrucción prematura de los glóbulos rojos conduce a la liberación de hemoglobina en la sangre, la cual se filtra en los riñones y se excreta en la orina, dando lugar a la hemoglobinuria. La hemoglobinuria es más frecuente durante la noche o después de periodos de inactividad, debido a que la acidificación de la orina durante la noche favorece la lisis de los glóbulos rojos deficientes en GPI.
Además de la destrucción de los glóbulos rojos, la deficiencia de GPI también afecta a otras células sanguíneas, como los leucocitos y las plaquetas. Esto puede dar lugar a síntomas adicionales en algunos pacientes, como infecciones recurrentes y tendencia al sangrado.
Aunque la mutación genética es la causa principal de la HPN, se cree que existen otros factores que pueden contribuir al desarrollo de la enfermedad. Algunos estudios sugieren que ciertos factores ambientales, como infecciones virales o exposición a toxinas, podrían desencadenar la aparición de la HPN en personas con predisposición genética. Sin embargo, se necesita más investigación para comprender completamente estos factores desencadenantes.
En resumen, la Hemoglobinuria Paroxística Nocturna es causada por una mutación genética en el gen PIGA, que afecta a la síntesis de la proteína GPI. Esta deficiencia de GPI en los glóbulos rojos conduce a su destrucción prematura y a la presencia de hemoglobinuria. Aunque la mutación genética es la causa principal de la enfermedad, se cree que otros factores ambientales pueden contribuir al desarrollo de la HPN.