PaleoSop y cómo revertir los síntomas

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Con 17 años me diagnosticaron SOP, sin mayor explicación que: tienes que tomar la píldora si no quieres tener problemas en el futuro.

Han pasado 13 años desde entonces, 12 de ellos atiborrándome a hormonas, de diversas marcas incluso pasando por el parche anticonceptivo Evra. Recuerdo que la última que tomé era tan sumamente flojita que ni siquiera me bajaba la regla y los quistes no desaparecían. Durante estos años intenté dejarla durante algunos meses, harta de los efectos secundarios como la retención de líquidos, repetidas infecciones por cándida y aumento de peso. Los períodos sin pastilla iban bien los 2 o 3 primeros meses, después todo volvía a su ser: hormonas descontroladas, ausencia de reglas, granitos, aumento de vello…y un largo etcétera.

Por aquel entonces mi alimentación no era mala o, al menos entonces no creía que lo fuera. Era variada, comía de todo un poco bajo en grasa… gran frase que me encanta por la paradoja que ahora sé que representa. Aunque aparentemente estaba delgada, mi cintura estaba rodeada por una gran capa de grasa que no había forma de quitar. Probé varias dietas, ¡la famosa sopa quemagrasa! y no servía para nada y encima era un suplicio infumable.

Total, que en el verano de 2014 mi paciencia llegó a su límite, comencé a buscar información acerca de los posibles tratamientos naturales del SOP y sobre todo me resistía a creer que estuviera enferma de por vida, ¿por qué mi cuerpo no podía funcionar como el de las demás mujeres? Tenía que ser posible, de alguna manera… entonces encontré el grupo SOP en Facebook a través de AESOP (Asociación Española del Síndrome de Ovarios Poliquísticos), en el que hablaban de la dieta de bajo IG (índice glucémico), así como de diversas plantas medicinales que ayudaban en la regulación hormonal. Por supuesto lo probé, sin duda alguna, y comencé a comprar todo integral: pan, galletas, barritas de cereales… eso sí, ¡todo sin azúcar! Para mi sorpresa, en vez de sentirme mejor, sucedió todo lo contrario. Me sentía fatal, llena de gases, con dolores de tripa tremendos… resulta que “lo integral” me estaba matando literalmente, así que a la basura las galletas digestive integrales y demás alternativas “light” que había comprado.

Fue entonces cuando María C. hizo el comentario que me salvó la vida:

* ¿Has oído hablar de la dieta Paleo?
* ¿Paleo…qué, cómo, qué es eso?

 

Llevábamos bastante tiempo hablando, comentando nuestra experiencia e intentando buscar una salida a todo esto. Así que comencé a estudiarme la teoría Paleo, nos propusimos empezar esto juntas y concretamente en septiembre de 2014 me bajé una de las Apps para controlar los ciclos y marqué en el calendario el último día de mi último blister de Yasminelle. Al día siguiente daría comienzo estrictamente a un estilo de vida paleo junto con http://paleosop.com/vitex-agnus-castus/, que según me había informado parecía ser una buena alternativa.

¿Qué hice? sencillo: trigo, cereales, granos, azúcar, lácteos y productos refinados dejaron de formar parte de mi día a día. La primera semana fue la más difícil, la sensación se asemeja con la del síndrome de abstinencia cuando dejas cualquier droga (no quiero decir con esto que haya tomado drogas, conste), y me sentía ligeramente mareada, algún que otro dolor de cabeza, pero todo aquello fue desapareciendo y, en su lugar mi energía se multiplicó, me sentía mejor que nunca. Incluso otros síntomas que no tienen que ver con SOP (o sí, quién sabe…) también desaparecieron, como el colon irritable que me había acompañado toda mi vida, una mejoría asombrosa de la queratosis pilaris de los brazos.

Pero yendo al grano, cuando pasaron los primeros 15 días sin píldora, con vítex y paleo practicante, ovulé. Y el día 28 de aquel ciclo me bajó la regla. La verdad es que estaba contenta pero también es habitual que justo después de dejar los ACOS la regla siga bajando bien los primeros meses. La cuestión es que fueron pasando los meses, 3, 5, 8 y… ¡todos mis ciclos eran perfectos! de entre 28 y 33 días.

Nunca más me volvió a salir un grano, ni siquiera los típicos de justo cuando te va a bajar la regla, nada de nada. Pasado un año aproximadamente fui al ginecólogo para realizarme una revisión rutinaria, que ya tocaba. Pues bien, los súper quistes habían desaparecido, palabras textuales: tienes los ovarios de libro.

Y esta chicas es mi historia, la cual aún no ha terminado porque sigo comprobando avances. Hace pocos días observé que apenas tenía vello en las piernas y brazos. Y bueno, en septiembre empecé a hacer deporte a diario e hice cambios en la dieta, bajé las grasas, aumenté la ingesta de fruta diaria y sucedió algo muy curioso… me duró el ciclo 43 días. ¿Es posible que esto suceda por comer demasiada fruta? ¡Por supuesto! De hecho hay un endocrino que afirma que las frutas provocan SOP y, sí, suena raro porque en teoría la fruta es sana pero todo tiene su explicación. En este caso se debe al pequeño detalle de la Resistencia a la Insulina que explicamos en esta web. Podéis verlo http://paleosop.com/resistencia-a-la-insulina/. En mi caso, he de decir que nunca se han dignado a hacerme una curva HOMA como es debido, así que hoy por hoy desconozco si clínicamente tengo o no RI, y digo clínicamente porque yo tengo serias sospechas. Aunque no está demostrado aún, la RI podría ser el detonante del SOP.

Para concluir, María C. y yo llevamos muchos meses investigando sobre el SOP y experimentando en nuestro propio cuerpo que el SOP no es una enfermedad sino una consecuencia. Una consecuencia de lo que comemos. Creo y confío en que nuestra experiencia pueda servir de ayuda a muchas mujeres y que juntas podamos sacar conclusiones y arrojar un poco de luz.

No dejes que el SOP controle tu vida. Tú controlas el SOP.

 

http://paleosop.com/