Ni el Síndrome Postpolio (SPP), ni otros Efectos Tardíos de la Polio (ETP) son contagiosos; no se transmiten de persona a persona. Sólo los padecen quienes años atrás sufrieron la Poliomielitis, enfermedad que provoca parálisis flácida y que, vale decirlo, sí es altamente contagiosa, pero sólo durante su etapa infecciosa, que dura apenas semanas. Después de ese período, la infección sede y la enfermedad también, así como las posibilidades de transmitirla a otras personas.
Lo que queda después de dicha enfermedad (la Polio) es un daño en el Sistema Nervioso Central (SNC) y una parálisis residual que, con el paso del tiempo, da lugar a ciertas deformidades en el Sistema Músculo Esquelético (SME), conocidas como secuelas.
Tanto el daño que quedó en el SNC, como las propias deformidades en el SME tienen efectos secundarios, que se manifiestan años más tarde, por lo que se les conoce como Efectos Tardíos de la Polio.
Lo que se conocen como Síndrome Postpolio son justamente los efectos secundarios al daño original en el SNC. Los otros efectos tardíos son problemas, básicamente de carácter ortopédico, secundarios a las secuelas.
En pocas palabras, para sufrir el SPP o algún otro ETP, es requisito haber padecido antes la Poliomielitis, por lo que se puede afirmar categóricamente, que NO, no son contagiosos.