La artritis reactiva es una enfermedad inflamatoria que afecta principalmente las articulaciones, pero también puede afectar otros órganos como los ojos, la piel y el tracto urinario. Si sospechas que podrías tener artritis reactiva, es importante buscar atención médica para obtener un diagnóstico adecuado.
Los síntomas más comunes de la artritis reactiva incluyen dolor e inflamación en las articulaciones, especialmente en las rodillas, tobillos y pies. También puede haber rigidez matutina, dificultad para mover las articulaciones afectadas y enrojecimiento de la piel alrededor de las articulaciones. Además, algunos pacientes pueden experimentar síntomas extraarticulares como conjuntivitis, uretritis, lesiones en la piel y fiebre.
Es importante tener en cuenta que estos síntomas pueden ser similares a los de otras enfermedades reumáticas, por lo que es fundamental consultar a un médico para un diagnóstico adecuado. El médico realizará un examen físico, revisará tu historial médico y solicitará pruebas de laboratorio, como análisis de sangre y cultivos, para descartar otras enfermedades y confirmar el diagnóstico de artritis reactiva.
Además, es posible que el médico te remita a un reumatólogo, un especialista en enfermedades reumáticas, para una evaluación más detallada. El reumatólogo puede realizar pruebas adicionales, como radiografías o resonancias magnéticas, para evaluar el grado de inflamación y daño en las articulaciones.
Una vez que se haya confirmado el diagnóstico de artritis reactiva, el médico podrá recomendar un plan de tratamiento adecuado. Esto puede incluir medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE), corticosteroides, fisioterapia y cambios en el estilo de vida, como mantener una dieta saludable y hacer ejercicio regularmente.
En resumen, si sospechas que podrías tener artritis reactiva, es importante buscar atención médica para obtener un diagnóstico adecuado. Los síntomas más comunes incluyen dolor e inflamación en las articulaciones, así como síntomas extraarticulares. Un médico realizará un examen físico y solicitará pruebas de laboratorio para confirmar el diagnóstico y recomendar un plan de tratamiento adecuado.