El Trastorno Reactivo del Apego es una condición que se desarrolla en la infancia como resultado de experiencias traumáticas o negligencia en el cuidado y apego por parte de los cuidadores principales. Los síntomas de este trastorno pueden variar en intensidad y manifestarse de diferentes formas en cada individuo afectado.
Uno de los síntomas más comunes del Trastorno Reactivo del Apego es la dificultad para establecer y mantener relaciones afectivas saludables. Los niños con este trastorno pueden mostrar una falta de interés o rechazo hacia los demás, evitando el contacto físico y emocional. También pueden tener dificultades para confiar en los demás y pueden mostrar comportamientos de aislamiento social.
Otro síntoma característico es la falta de empatía y la incapacidad para reconocer o responder adecuadamente a las emociones de los demás. Estos niños pueden tener dificultades para entender las señales sociales y pueden mostrar comportamientos inapropiados o insensibles en situaciones sociales.
Además, los niños con Trastorno Reactivo del Apego pueden presentar comportamientos desafiantes, agresivos o destructivos. Pueden tener dificultades para regular sus emociones y pueden mostrar cambios bruscos de humor. También pueden tener problemas de conducta en la escuela y dificultades para seguir reglas o instrucciones.
En algunos casos, los niños con este trastorno pueden mostrar una falta de conciencia de los peligros o una tendencia a buscar situaciones de riesgo. También pueden tener dificultades para concentrarse y pueden presentar retrasos en el desarrollo cognitivo y del lenguaje.
Es importante destacar que estos síntomas pueden variar en intensidad y pueden ser más pronunciados en situaciones de estrés o cambios en el entorno. El diagnóstico y tratamiento temprano son fundamentales para ayudar a los niños con Trastorno Reactivo del Apego a desarrollar relaciones saludables y superar las dificultades emocionales y sociales asociadas con esta condición.