La enfermedad puede tener una intensidad y evolución distinta, pues cursa con asociaciones diferentes con cuadros clínicos variables; así, hay formas articulares puras (mono o poliarticulares); formas con corea o carditis aisladas, y formas con asociaciones que indican más gravedad, como la carditis con eritema y/o nódulos.
Las infecciones por gérmenes grampositivos se han convertido, últimamente, en un problema clínico y terapéutico, tanto por el aumento de su frecuencia y virulencia como por la aparición de resistencias a los antibióticos. Nos referimos a Streptococcus pyogenes, S. pneumoniae y S. viridans; Staphylococcus aureus, S. epidermidis y a Enterococcus40. Existe una serie de razones para explicar este resurgimiento del papel del estreptococo en la patología de nuestro entorno:
1. Desde el año 1985 se han comunicado algunos brotes de FR, pero en España no se han confirmado. Sólo se ha comprobado el aumento de los casos de escarlatina.
2. En las infecciones cutáneas, S. pyogenes ha pasado a ocupar el segundo lugar tras S. aureus.
3. El agente etiológico de las faringoamigdalitis en niños mayores de 5 años continúa siendo S. pyogenes.
4. En los últimos años se han descrito nuevas formas clínicas de infección estreptocócica, como la fascitis necrosante y la enfermedad perianal, conocidas desde 1924 y 1966, respectivamente.
5. Las enfermedades invasivas por S. pyogenes, como las bacteriemias y las infecciones de partes blandas, han aumentado en frecuencia. En 1987 se describió el síndrome de shock tóxico estreptocócico.
6. Ha habido avances en el conocimiento de la patogenia de las formas invasivas. Se conoce que los serotipos M (1, 3, 16) causantes de la FR son también responsables de las formas más graves de infección en relación con la producción de las exotoxinas A, B y C, que se corresponden con las toxinas eritrógenas y pirógenas de la escarlatina. Estas toxinas actúan como superantígenos capaces de estimular las células T.
7. El diagnóstico de la faringoamigdalitis por S. pyogenes es, ahora, más fácil, debido al desarrollo de técnicas de detección rápidas, en frotis faríngeo.
8. S. pyogenes continúa siendo sensible a la penicilina, a pesar de aumentar los casos de resistencia a la eritromicina. Sí se han descrito casos de fracasos bacteriológicos (no clínicos) de hasta el 30% en niños tratados con penicilina oral, por lo que en casos de recidivas se indica el tratamiento con cefalosporinas. Todas estas razones son las que explican que las infecciones estreptocócicas se hayan convertido en un problema de interés41-46.