Me gustaría saber si la artritis reumatoidea podría desarrollar complicaciones en mi cuerpo con el paso del tiempo; a pesar de que llevo un tratamiento y he cambiado mi estilo de vida para calmar los síntomas de mi enfermedad desconozco si podrían desarrollarse otras complicaciones aún mayores. ¿Es posible esto?
La artritis reumatoidea es un trastorno crónico autoinmune que ataca los tejidos del cuerpo conduciendo a la inflamación en las articulaciones y a veces en varios órganos del cuerpo, como pulmones y ojos. Este es un tipo de artritis que se presenta mayormente en las muñecas y las manos afectando ambas extremidades es decir que si una rodilla está afectada la otra rodilla también lo estará. Esta enfermedad generalmente produce calor, hinchazón y dolor en las articulaciones pero, también puede afectar otras partes del cuerpo.
La causa de la artritis reumatoidea aún no está clara, se cree que se trata de una combinación de factores genéticos y ambientales como infecciones o factores en el medio ambiente podrían desencadenar la activación del sistema inmune en pacientes sensibles. Por ejemplo, se ha determinado que el fumar tabaco, la exposición a ciertos minerales y las enfermedades periodontales crónicas aumentan el riesgo de desarrollar esta artritis. Se han identificado genes que aumentan el riesgo de padecer este tipo de artritis.
El tratamiento para esta enfermedad usualmente se compone de fármacos para aliviar el dolor, disminuir la inflamación y mejorar el funcionamiento general de las áreas involucradas. También, puede ayudarse aplicando un equilibrio entre el descanso y una rutina de ejercicios, uso de férulas y aparatos ortopédicos, o uso de dispositivos de asistencia.
Dado que la artritis reumatoide es una enfermedad sistémica, su inflamación puede afectar otros órganos del cuerpo generando complicaciones muchas veces irreversibles como inflamación de las glándulas de la boca, abrasión de la córnea, puede desarrollarse una pleuritis es decir, una inflamación en el pulmón que causa un fuerte dolor en el pecho, falta de aliento y tos. También puede causar nódulos reumatoides, pericarditis, aumenta el riesgo de ataques en el corazón, anemia, disminución de glóbulos blancos, síndrome del túnel carpiano, vasculitis, etc.