Cuando recibimos el diagnóstico nos produce temor, angustia y ansiedad sobre algo de lo que no sabemos casi nada. El dolor puede llegar a ser muy fuerte, invalidante, pero pasa, no es permanente. Hoy en día hay muchos y muy buenos tratamientos para tener un muy buen nivel de la calidad de vida. Lo importante es ponerse en manos de un buen reumatólogo y si tenemos la necesidad de cambiar de médico, hacerlo sin problema, que el cuerpo es nuestro.
En mi caso, no sólo tengo Artritis Reumatoidea sino también Síndrome de Sjögren, Tiroides de Hashimoto, Diabetes tipo 2 y un proceso inflamatorio autoinmune en ambas piernas. Con este panorama concurrí a ver a una doctora especialista en Inmunología. Me hizo ver todo lo que tengo de manera global, me pidió varios estudios y análisis para ver cómo estaba mi cuerpo. Salieron varios temas, entre ellos que soy Hipogamma por lo cual mis anticuerpos "buenos" que me defienden de la AR , están muy bajos, así que por eso no he tenido muy buenos resultados con los medicamentos biológicos que me indicaron. Actualmente y hace poco, comencé un nuevo tratamiento con miras a nivelar mi sistema inmunológico y creo que voy por buen camino. Nadie mejor que uno para saber como nos sentimos y si necesitamos un cambio de rumbo. Suerte a todos.