El Síndrome de Sanfilippo, también conocido como mucopolisacaridosis tipo III (MPS III), es una enfermedad genética rara y progresiva que afecta el metabolismo de los mucopolisacáridos. Fue descubierto por primera vez en 1963 por el pediatra argentino Sylvester Sanfilippo.
El síndrome de Sanfilippo se hereda de forma autosómica recesiva, lo que significa que ambos padres deben portar el gen defectuoso para que su hijo desarrolle la enfermedad. El gen afectado se encuentra en el cromosoma 6 y codifica una enzima llamada heparan sulfato sulfatasa, que es esencial para descomponer los mucopolisacáridos en el cuerpo.
Cuando la enzima heparan sulfato sulfatasa no funciona correctamente, los mucopolisacáridos se acumulan en las células y tejidos del cuerpo, causando daño progresivo. Esto afecta principalmente al sistema nervioso central, lo que resulta en retraso mental, deterioro cognitivo, hiperactividad, trastornos del sueño y problemas de comportamiento.
El síndrome de Sanfilippo se divide en cuatro subtipos diferentes (A, B, C y D), cada uno causado por una mutación específica en el gen. Los síntomas y la gravedad de la enfermedad varían según el subtipo, pero en general, los niños afectados comienzan a mostrar signos de deterioro cognitivo y problemas de comportamiento entre los 2 y 6 años de edad.
A medida que la enfermedad progresa, los niños con síndrome de Sanfilippo pierden habilidades adquiridas previamente, como hablar, caminar y alimentarse de forma independiente. También pueden experimentar convulsiones, problemas respiratorios y cardíacos, y presentar rasgos faciales característicos, como una frente prominente y una nariz ancha.
Desafortunadamente, no existe cura para el síndrome de Sanfilippo en la actualidad. El tratamiento se centra en aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Esto puede incluir terapia física y ocupacional, medicamentos para controlar los síntomas conductuales y de sueño, y cuidados paliativos para manejar las complicaciones médicas.
La investigación sobre el síndrome de Sanfilippo está en curso, con el objetivo de desarrollar terapias más efectivas y eventualmente encontrar una cura. Se están realizando estudios clínicos para evaluar el uso de terapia génica y terapia de reemplazo enzimático, que podrían proporcionar opciones de tratamiento prometedoras en el futuro.
En resumen, el síndrome de Sanfilippo es una enfermedad genética rara y progresiva que afecta el metabolismo de los mucopolisacáridos. Aunque no existe cura en la actualidad, se están realizando investigaciones para encontrar tratamientos más efectivos y mejorar la calidad de vida de los pacientes afectados.